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Los consumidores deben saber la verdad


Gran parte de los consumidores no saben realmente cómo se obtienen los productos de origen animal. La industria cárnica y láctea llevan muchos años mostrando en su publicidad y envases información engañosa al respecto con el objetivo de ocultar una realidad que en muchos casos resultaría insoportable para los consumidores.

Existen grandes mitos sobre la vida de los animales utilizados en las granjas como por ejemplo que las vacas dan leche de forma habitual mientras crían de sus terneros, que los cerdos viven libres en las dehesas o que las gallinas incuban sus huevos y cuando eclosionan cuidan de sus pollitos… ¡Nada más alejado de la realidad de un sector fuertemente industrializado donde no se respeta ni uno solo de los procesos y comportamientos naturales de los animales!  

Por ello, las investigaciones son uno de los pilares fundamentales de Igualdad Animal. Durante los últimos quince años hemos investigado más de 800 instalaciones en todo el mundo con el objetivo de desmontar la publicidad que acompaña a los productos que se ofertan en los supermercados y la falsedad de los sellos de bienestar animal inventados por la propia industria.

Con nuestras cámaras hemos documentado la realidad; las duras condiciones y las terribles prácticas que soportan los animales en las granjas industriales de forma habitual. 

Vacas y terneros: Las vacas son inseminadas artificialmente y tras el parto separadas de sus terneros para comercializar su leche, a los cuales buscan y llaman durante días. El ciclo se repite hasta que desciende su producción y son enviadas al matadero. Los terneros machos son enviados al matadero, las hembras son destinadas a sustituir a sus madres.

Cerdos: En sus primeros días de vida son castrados sin anestesia ni analgesia. Además les cortan los dientes y la cola. Estas intervenciones las realiza personal no veterinario. El 12% de los nacidos mueren en las granjas antes de llegar al matadero.

Cerdas: Utilizadas para la cría pasan más de 5 meses al año encerradas en jaulas en las que no son capaces ni siquiera de darse la vuelta. Alimentan a sus lechones a través de los barrotes.

Pollos: Pertenecen a razas seleccionadas genéticamente para que crezcan en un tiempo récord lo que les acarrea serios problemas de salud. Hoy el ritmo de crecimiento de un pollo destinado a la producción de carne es 6 veces mayor que el de hace 90 años. El 25% sufre deformaciones e inmovilidad debido al rápido crecimiento. – European Food Safety Authority. El 90% son criados en sistemas interiores intensivos sobre un lecho que nunca se cambia y un aire irrespirable.

Gallinas: El 77% de las gallinas utilizadas para producir huevos en España siguen viviendo encerradas permanentemente en jaulas. Cada una cuenta con un espacio ligeramente superior al espacio de un folio. Nunca ven la luz del sol.

Conejos: El 20% de los conejos en España mueren antes de llegar al matadero por las duras condiciones de vida que soportan. En España, el 99% viven en jaulas en las que no puede ni siquiera estar erguidos. Las jaulas convencionales miden 45 x 65 cm, mientras que la altura media de un conejo es de 75 cm, por lo que no pueden tumbarse completamente ni mucho menos saltar.

Prácticas todas ellas que contrastan con lo que demanda una sociedad cada vez más preocupada por el bienestar de los animales.  Según el Eurobarómetro, el 94% de la población en España quiere más protección para los animales en las granjas.


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