La Junta de Castilla y León autoriza la quema de rastrojos para asesinar a millones de topos
Castilla y León – La Junta permitirá la quema controlada de rastrojos, con el objeto de que millones de topos que viven actualmente en los campos de secano no acudan a los lugares donde hay campos de regadío y viñedos. La población de topos en la región es actualmente de 750 millones, unos 1.500 por hectárea, según las organizaciones agrarias. En las últimas semanas han sido asesinados topos continuamente, algo en lo que incluso están participando niños como si fuera un juego. Ángel Navarro, alcalde de la localidad vallisoletana de Fresno el Viejo, ha afirmado que los chicos “se dedican a la caza de los topos y capturan unos 500 al día”. Dicho ayuntamiento ha repartido sacos de cal viva a los agricultores, para enterrar los cadáveres de los animales. Antes de autorizar la quema de rastrojos, la Junta de Castilla y León puso en marcha un programa piloto colocando tubos con veneno en los campos y recogiendo los cadáveres de las cunetas. El hecho de que los intereses de los animales no-humanos (recordemos que los humanos también somos animales) sean ignorados lleva a que en las situaciones de conflicto entre humanos y otros animales, se opte generalmente por el asesinato de los otros animales. Así ocurre también en este caso, con los topos. Existen actualmente en el mercado ahuyentadores electrónicos de topos, que funcionan provocando vibraciones en la tierra o ultrasonidos, y también trampas que permiten atrapar a los topos sin provocarles daños. Es necesario el desarrollo de métodos que supongan la resolución de conflictos entre humanos y otros animales de forma satisfactorias para ambas partes.