El ejército australiano estudia encerrar a 3.200 canguros
CANBERRA (Reuters) – El Ejército de Australia, objeto de críticas por sus planes de disparar contra miles de canguros en sus bases, ahora estudia trasladarlos “con toda comodidad” a un coste de más de 2.200 euros por cabeza. Los periódicos locales dijeron que unos 3.200 canguros grises serían trasladados en camión a una localidad a más de una hora de distancia de Canberra después de que surgieran protestas por los planes de emplear a cazadores profesionales para disparar contra los animales. El Departamento de Defensa dijo en mayo que los canguros estaban causando graves daños puesto que estaban pastando en dos bases militares afectadas por la sequía, entre ellas un campo de tiro. Los marsupiales se han trasladado desde las afueras de Canberra al centro de la ciudad en medio de una sequía que dura ya diez años y que apenas ha sido aliviada por las pocas lluvias invernales. Un plan secreto del departamento de Defensa al que tuvo acceso el periódico Canberra Times recoge que miles de canguros serían esterilizados en la zona de la base de transmisión naval de Belconnen y en el área de entrenamiento militar de Majura para controlar el número de ejemplares. Cientos más serán sedados con valium y trasladados en furgonetas especiales con aire acondicionado a la localidad rural de Braidwood, en el este de Canberra. Los canguros serían agrupados en rediles y sedados, luego disparados con una pistola de pintura para marcar que están preparados para ser transportados. Luego serían liberados en una zona vallada cubierta con lonas, según el informe del grupo de protección de animales Wildcare para el Departamento de Defensa. A 3.600 dólares por cabeza (unos 2.200 euros), el coste de trasladar a cada animal es superior al precio medio de un billete de avión de clase turista entre Sydney y Londres en la aerolínea australiana Qantas. Los grupos de defensa de la naturaleza tenían ideas encontradas sobre si era más “humano” sacrificar a los animales o trasladarlos. “Vamos a perder mucho si Defensa no actúa adecuadamente”, dijo el científico de la universidad de Canberra David Shorthouse a la prensa local. La policía ordenó en mayo parar el “sacrificio”, alegando que las balas podían rebotar y alcanzar a los manifestantes que tenían previsto traspasar el perímetro de defensa para salvar a los animales.