En la primavera de este año, tras el brote de la pandemia COVID-19 y tras los anuncios y promesas del gobierno chino, volvimos a China, junto con un grupo de valientes activistas locales, para documentar lo que aún ocurre con los perros y gatos que son matados para consumo.

A diferencia de lo que las autoridades prometieron, los perros y gatos siguen siendo criados, robados de sus familias, matados y consumidos por su carne en muchos lugares del sur del país.

Para documentar todo esto, volvimos a los mercados húmedos de Liuzhou-Nanhuan, Liuzhou Quianjin y Guilin-Ximen, donde todos los días se exhiben animales enjaulados y los cuerpos de perros y gatos para su venta a los consumidores que quieren comprar su carne, para documentar la verdad que se esconde detrás de promesas vólatiles y declaraciones incompletas.

Aunque China ha eliminado a los perros de la lista de animales considerados “ganado”, no existe una prohibición oficial del consumo de carne de gato y perro en todo el país. Algunas ciudades, como Shenzen y Zhuhai, han impuesto en cambio una prohibición oficial, pero sólo en la zona bajo su jurisdicción. Aún hoy, más de 10 millones de perros y 4 millones de gatos siguen siendo criados y capturados en China, obligados a vivir en jaulas, sufriendo enormemente y siendo sacrificados para el consumo de carne.

Todo esto debe terminar y las imágenes que hemos conseguido con la ayuda de los activistas locales muestran que todavía hay mucho trabajo por hacer. Sin embargo, no vamos a dejar de alzar la voz por estos animales hasta poner fin a este cruel comercio.