Ningún animal desprotegido
Una oportunidad histórica
El año 2021 ofrece una de esas oportunidades únicas. Tenemos hasta septiembre para convencer a la Comisión Europea de que realice una revisión exhaustiva de toda la legislación que afecta a los animales de granja y evitar que sus derechos sigan siendo perjudicados.
La legislación europea sobre bienestar animal se ha ido construyendo poco a poco en los últimos 40 años, pero rara vez se aplica correctamente y existen graves lagunas que dejan a millones de animales sin protección. Por ello, ahora, tras el anuncio del Pacto Verde Europeo, debemos asegurarnos de que se revisa en profundidad, de que se logran las mejores normas de bienestar posibles y de que no se deja atrás a ningún animal. De ahí el nombre de la campaña: No Animal Left Behind.
Necesitamos tu apoyo para lograr que esta revisión se lleve a cabo. Vamos a competir con las voces fuertes y poderosas de la industria que no quieren que las leyes de bienestar animal sean más estrictas o se apliquen mejor.
Buena salud
Las leyes sobre el bienestar de los animales de granja deben hacer algo más que proteger a los animales del abandono, la crueldad y minimizar su sufrimiento; deben promover activamente un buen estado de salud y bienestar.
Todos los animales deben estar sanos y ningún animal debería ser mutilado. Pero la realidad en las granjas intensivas es muy diferente: las colas y dientes son cortados sistemáticamente y las castraciones, casi siempre, se realizan sin anestesia ni analgésicos.
Sin restricciones
Todos los animales deben contar con el espacio necesario. Ningún animal debe estar restringido físicamente, sin luz natural o aire fresco, sufriendo demasiado calor o demasiado frío, o viviendo en la suciedad. Merecen moverse con libertad y poder descansar con comodidad.
Cuando los animales tienen control sobre cómo y dónde pasan su tiempo, construyendo nidos, tomando el sol o explorando, y cuentan con un refugio y sombra para protegerse de los elementos, su bienestar aumenta. Sentirse a salvo de cualquier peligro y poder tener interés por la vida, poder nadar o correr, debería ser lo mínimo que les ofrecemos.
No al transporte de animales vivos
El transporte de animales vivos en camiones y barcos durante horas, días e incluso semanas es una experiencia antinatural y muy estresante para los animales. Todos los expertos en bienestar animal se oponen a ello. Los animales son apartados de todo lo que les es familiar y obligados a soportar largos viajes sin descanso, sin comida o agua. Muchos llegan a su destino exhaustos y heridos, otros muchos mueren durante el viaje y son arrojados al mar. Gran parte de estos viajes son una forma de transportar carne viva y los animales son sacrificados al llegar al destino.
Exigimos a la UE que prohíba los viajes de larga distancia para los animales e introduzca normas a medida para cada especie y así limitar su sufrimiento en los demás viajes que sean inevitables.
Un comportamiento natural
A ningún animal se le debe impedir mostrar sus comportamientos naturales, manteniéndolo confinado. El aburrimiento y el estrés se convierten en frustración y agresión. Cuando no hay escapatoria, todos los días son miserables.
Los cerdos y los gansos deberían poder hacer lo que a los cerdos y gansos les gusta hacer… Y si se les da la oportunidad de acicalarse y establecer vínculos con sus compañeros, de encontrar un lugar tranquilo y seguro o de explorar nuevos juguetes y herramientas, también podrán expresar su personalidad.
Buena nutrición
Ningún animal debe pasar hambre, desnutrición o sed. Merecen disfrutar de alimentos nutritivos, sanos y tener fácil acceso a agua fresca y limpia.
En la naturaleza la mayoría de ellos pasan muchas horas hojeando, pastando, buscando comida y alimentándose. Fomentar la expresión de estos comportamientos, mediante una cría cuidadosa, es vital para su bienestar. Una cucharada de pienso industrial concentrado administrada una o dos veces al día no aporta más que aburrimiento, frustración y horas vacías.
Experiencias mentales positivas
Todo animal merece disfrutar de la vida. Ningún animal es una máquina, sin sentimientos, ni curiosidad, ni necesidades. Sin embargo, miles de millones son tratados como unidades de producción y apilados como si fueran mercancías.