“Ella confió en mí”: historia real en granja industrial de cerdos
Ella confió en mí. Y no pude salvarla.
Pasó mientras trabajaba como investigador en una granja industrial de cerdos.
Todos los animales eran tratados igual: reducidos a un número, encerrados en jaulas metálicas.
Las cerdas pasaban todo el embarazo sin poder darse la vuelta ni dar más de un paso.
La mayoría retrocedía cuando me acercaba, demostrando que no confiaban en mí.
Algunas ni siquiera se movían. El hambre y el encierro ya les habían robado la vida.
Pero hubo una que me marcó.
Estaba en la primera jaula, justo al entrar al establo. Fue la primera cara que vi al cruzar esas puertas.
Al principio, me llamó la atención solo por su ubicación.
Pero luego fue algo más.
La forma en que se quedaba quieta, casi sin parpadear.
La mirada vacía que no cambiaba aunque pasara a su lado.
Mientras estuve infiltrado, debía evitar levantar sospechas. Si me descubrían, su historia jamás saldría a la luz.
Aun así, cuando podía, me detenía junto a ella.
Le hablaba en voz baja. Pasaba la mano suavemente entre los barrotes.
Al principio, no se movía, con la cabeza agachada.
Pero un día, levantó la cabeza.
Poco a poco, apoyó su barbilla y su costado en mi mano. Lo hizo con duda, como probando.
Cada día se acercaba más, se quedaba un poco más, y respondía a mi contacto.
Y cada día sentía que el tiempo se nos escapaba.
Cuando me fui de aquella granja, fue su rostro el que se quedó conmigo.
La imagino aún esperando junto a los barrotes, preguntándose por qué no volví.
Seguramente ya ha dado a luz. Le habrán quitado a sus crías.
Quizá ya la hayan vuelto a inseminar.
Pero esta vez, no hay nadie al otro lado de los barrotes.
Nadie que le tienda la mano cuando se acerque.
Por eso necesito tu ayuda.
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Eso significa menos animales naciendo para sufrir, menos vidas tras los barrotes.
Incluso haber salvado una sola vida habría sido todo para ella.
Construyamos un futuro donde ningún animal vea el mundo a través de una jaula metálica.
Por ella,
Investigador Anónimo
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Los cerdos son animales muy sociables que a menudo se consideran más inteligentes que los perros. Puedes proteger a estos inteligentes animales eligiendo alternativas vegetales en tu alimentación.
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