Gloria: Arrojada a un contenedor estando aún viva

Los investigadores de Igualdad Animal están acostumbrados a presenciar graves casos de maltrato animal, pero aún así, quedaron sorprendidos por lo que descubrieron en la granja Knapp en Devon, Inglaterra. Una granja de cría de pollos para consumo cárnico a gran escala en la que son explotados cada año más de un millón de animales en sus cuatro naves industriales.

La granja, propiedad de Halberton Poultry Limited, fue visitada como parte de la grabación para nuestro próximo documental de realidad virtual que muestra el maltrato animal que padecen los pollos en las granjas industriales. Nuestros investigadores visitaron por primera vez la granja el 31 de marzo, cuando las aves apenas tenían una semana de edad y ya encontraron pollos muertos en las naves. Pero fue en la tercera visita – a finales del mes de abril – cuando nuestros investigadores quedaron conmocionados al abrir la tapa de un enorme contenedor de basura y encontrar a un animal débil, temblando de frío, pero que todavía luchaba por su vida encima de decenas de cadáveres en descomposición. Los investigadores de Igualdad Animal la llevaron al veterinario e, increíblemente, ha sobrevivido. Durante el mes pasado Gloria, así la han llamado sus rescatistas, se ha recuperado favorablemente. ¡Es una superviviente de la ganadería industrial! Desde el principio, las condiciones en la granja eran terribles. Las aves tan solo tenían unos días de vida cuando filmaron y las naves y los contenedores ya contenían cientos de pollos muertos- bebés todavía con su plumaje amarillo.  

  Sólo un par de semanas más tarde, los contenedores estaban todavía más llenos de cadáveres y en la granja había muchos animales que cojeaban (sus patas no podían soportar el peso de su desmesurada masa muscular). En la tercera visita fue cuando encontraron a Gloria, en un contenedor lleno de cadáveres. Para la industria cárnica los animales que no son rentables o no aguantan las condiciones de explotación son arrojados como basura a contenedores. Con Gloria a salvo, nuestros investigadores regresaron diez días más tarde a la granja y comprobaron que el estado de las aves había empeorado aún más. Algunas estaban en el suelo sin poder levantarse mientras otras tenían grandes heridas o estaban demasiado débiles para moverse. Cuatro días más tarde – en la quinta y última visita – vieron cadáveres de aves con las patas fracturadas. Sabemos desde hace tiempo que para la industria cárnica priman los intereses económicos por encima del bienestar animal, y arrojar a un animal vivo junto a cadáveres en descomposición en un contendor para dejarlo morir es algo de extrema crueldad. Fue pura casualidad que nuestros investigadores estuvieran allí aquella noche y pudieran rescatar a Gloria. Pero no podemos dejar de preguntarnos : ¿cuántos animales más habrán arrojado a un contenedor y habrán muerto de esa terrible manera?  Gloria vive feliz ahora con una familia que le da todo el cariño y cuidados que necesita. Sin embargo, mil millones de pollos que no tuvieron su suerte son explotados por su carne cada año en el Reino Unido.