Juntos podemos poner fin a la matanza de caballos

Soy Daniela y trabajo como investigadora para Igualdad Animal.

Como parte de mi trabajo, tuve la oportunidad de entrar en un matadero de caballos para documentar lo que les sucede durante el sacrificio.

Seguramente ya habrás visto las fotografías y vídeos que publicó Igualdad Animal… pero hoy quiero contarte lo que vi con mis propios ojos.
 

Nada más entrar en el matadero, lo primero que noté en los caballos que esperaban su turno para ser sacrificados fue el miedo.

Los caballos son animales muy sensibles y eran capaces de percibir, incluso desde otra sala, el olor de la sangre de sus compañeros que estaban siendo sacrificados en el cajón.

Al percibir el peligro inminente, echaban las orejas hacia atrás, abrían mucho los ojos, retrocedían y llegaban a chocar entre ellos.

Los trabajadores del matadero, con palos, les forzaban a avanzar hacia el cajón de sacrificio.

Los caballos temblaban compulsivamente, como cuando entras en pánico y no puedes dejar de temblar.

Uno de los caballos me llamó especialmente la atención: era un poco más pequeño que los demás.

Estaba paralizado de miedo, rodeado de personas desconocidas que le atacaban y le gritaban.

Le golpearon sin piedad con palos en los ojos, el hocico, la cabeza y las patas.

Estaba tan débil y asustado que las piernas le fallaron a pocos metros del cajón de sacrificio.

Se desplomó en el suelo mientras los trabajadores seguían golpeándole en la cabeza. 

Temblaba y agachaba la cabeza para protegerse, pero no lo consiguió.

Los operarios no lograban levantarlo con ese método, así que empezaron a echarle intensos chorros de agua en las fosas nasales.

El caballo reaccionó intentando levantarse, pero sus patas seguían sin responder, seguían temblando y volvió a caer al suelo.

Nadie mostró ni un ápice de compasión por lo que le estaba pasando. Al contrario, cuanto más se desesperaba el caballo, más se ensañaban con él los trabajadores del matadero.

Las personas que trabajan en los mataderos de caballos saben que están llevando a la muerte a seres sensibles, que fuera de allí son amigos y compañeros de los humanos…

Cada día tienen que enfrentarse a la muerte que ellos mismos causan, y no solo desconocen cómo tratar a un caballo sin hacerle daño ni asustarle, sino que además descargan sobre él toda su violencia y desprecio por la vida.

Los mataderos son lugares crueles en todos los sentidos, donde se ve a los animales sufrir lo peor y a los humanos hacer lo peor.

Están llenos de sufrimiento y por eso luchamos cada día para borrarlos de la faz de la tierra.

El equipo de investigación de Igualdad Animal entra en los mataderos para mostrar al mundo el sufrimiento que allí viven los animales y despertar conciencias.

Pero no nos quedamos ahí: alzamos nuestras voces, cada vez con más fuerza, para exigir a las instituciones que prohíban su sacrificio.

Ahora mismo, más de 350.000 personas han firmado nuestra petición para acabar con la matanza de caballos en España.

Pedimos compasión para los caballos y para todos los animales que son explotados y sacrificados por su carne, leche y huevos.

Además, trabajamos por una revolución personal, es decir, sustituyendo los productos animales por productos 100% vegetales.

Desgraciadamente, no había esperanza para ese joven caballo… y lo mismo ocurre con miles de caballos que siguen muriendo en todo el mundo.

Pero para los caballos, cerdos, vacas, terneros, pollos, corderos y peces del futuro sí hay esperanza… y esa esperanza eres tú.

No podríamos documentar lo que les ocurre a los caballos y a otros animales en mataderos y granjas sin personas como tú. Tampoco podríamos difundir la verdad ni motivar a la gente a defender a los animales y exigir sus derechos ante las instituciones de todo el mundo.

Por eso te invito a que vengas con nosotros a las granjas, que nos acompañes en los juzgados y que te hagas escuchar ante quienes toman las decisiones. Si nos apoyas con un donativo, estarás haciendo todo esto y mucho más.

Además, si haces tu donación ahora, verás cómo se duplica gracias a un generoso benefactor que ha decidido igualar todas las aportaciones que recibamos para los animales hasta el 30 de junio, o hasta alcanzar los 50.000 euros recaudados en España.

Y si te haces socio, también duplicará todo el importe anual de tu donación mensual.

Esto es especialmente importante porque nuestro trabajo diario depende en gran medida de las donaciones mensuales de nuestros colaboradores más comprometidos.

Por favor, considera convertirte en uno de ellos: estarás con nosotros, mes a mes, al lado de los animales más ignorados del planeta, y este generoso benefactor también estará a nuestro lado porque cada mes hará una donación ¡exactamente igual a la tuya!

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*Hasta alcanzar los 50.000 euros y/o hasta el 30 junio.

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Muchas gracias,

Daniela