“No puedo creer lo que pisé”: mi experiencia en una granja de cerdos


Igualdad Animal volvió a exponer la crueldad que en la granja Cross Farm en Inglaterra se comete rutinariamente contra los cerdos.

Soy Abigail Penny, directora ejecutiva de Igualdad Animal en Reino Unido. Hoy quiero compartir contigo mi experiencia en Cross Farm, una granja inglesa que hemos investigado durante años.

En 2017 revelamos las deplorables condiciones de vida de los cerdos allí: confinados en edificios deteriorados, cubiertos de lodo y obligados a vivir sobre sus propios desechos.

Decidí regresar personalmente para ver si algo había cambiado. Entré de noche, cuando las condiciones reales no se ocultan. Desde el primer momento, me encontré con un olor a muerte y cerdos en visible angustia.

Vi a una madre cerda atrapada en una pequeña “jaula paridera”, mordiendo desesperadamente las barras de metal. No podía darse la vuelta para interactuar con sus crías, que luchaban frenéticamente por alimentarse. La habían convertido en una dispensadora de leche viviente, con una mirada que contaba su dolor y desesperanza.

Las madres cerdas pasan una cuarta parte de sus vidas en ellas… Para los humanos, sería como pasar 20 años atrapados en un ascensor.

Mientras avanzaba, el suelo de cemento se volvió suave y elástico, un poco como el asfalto de goma que encontrarías en un parque infantil.

Cometí el error de mirar hacia abajo.

Vi colas de lechones desmembradas. El corte de cola es una práctica dolorosa que se realiza sin anestesia. Las granjas lo hacen porque los lechones, estresados por su entorno antinatural, se muerden entre ellos. ¿Una mejor solución? En primer lugar, no los cries.

Aparté la mirada, no podía soportar contar la cantidad de lechones que habían sido dolorosamente mutilados de esta manera, en esta misma habitación.

Cuando salí del cobertizo, con la esperanza de tomar un poco de aire fresco, me encontré con el hedor a muerte. Me di cuenta de dónde venía el olor… 

Un contenedor repleto de lechones muertos.


La vida en las granjas del Reino Unido es barata. En lugar de llamar a un veterinario, los trabajadores podrían preferir golpear a los lechones enfermos, pequeños o heridos contra las duras paredes de concreto hasta matarlos, para luego arrojar sus cuerpos dentro contenedores como este.

Captamos esto en las cámaras que instalamos.

Las pruebas son claras. El trato a estos animales es vergonzoso. Y lo que vi no es exclusivo del Reino Unido. En España, el principal productor de carne de cerdo en Europa, se encuentran las mismas escenas de crueldad. A menos que optemos por alternativas vegetales, los cerdos seguirán sufriendo.

Pero tú y yo podemos ayudarlos. Al apoyar nuestro trabajo, nos permites publicar más investigaciones, inspirar a millones a cambiar su alimentación, crear leyes más estrictas y sancionar a los maltratadores.

Los animales te necesitan.

Con esperanza,

Abigail Penny

Directora Ejecutiva en Igualdad Animal Reino Unido


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