ENCERRADAS: UNA INVESTIGACIÓN SOBRE LAS JAULAS EN LA INDUSTRIA PORCINA EN ESPAÑA
La EVIDENCIA
En Igualdad Animal hemos investigado decenas de granjas para denunciar públicamente el sufrimiento de los animales, esta vez sumamos otras 5 donde pudimos obtener imágenes sobre graves problemas de bienestar para las cerdas y sus crías en España y el mundo: las jaulas, las mutilaciones y problemas de salud que pueden provocar la muerte.
Es importante saber que lo que encontramos no es una excepción sino la regla, tal como lo hemos documentado en diversas investigaciones.
JAULAS DE GESTACIÓN
Las cerdas se mantienen en jaulas de gestación y después son cambiadas a otras jaulas llamadas parideras, estos tipos de confinamiento les impiden tener movilidad, estar en posiciones cómodas, les provocan problemas de salud a ellas y a sus crías, pues pueden generar problemas durante el parto, como que los cerditos se queden atascados en el canal de alumbramiento, que conlleven a la muerte. Además, en condiciones de libertad las cerdas buscarían crear un nido antes de parir y procurarían espacios frescos para regular su temperatura que sube durante la gestación, no poder hacerlo las estresa gravemente, pudiendo afectar su sistema inmunológico y hacerlas propensas a enfermedades.
JAULAS PARIDERAS
Las crías que sobreviven son sometidas a procedimientos sumamente dolorosos como el raboteo (recorte de cola) y la castración en el caso de los cerditos, estas mutilaciones se practican sin anestesia. Estas prácticas además de ser dolorosas en el momento tienen consecuencias en el tiempo, como cojera, problemas para ganar peso, incluso el raboteo impide que se comuniquen, pues su cola ayuda a expresar sus estados emocionales.
Otros descubrimientos relacionados a problemas de salud fueron crecimientos anormales en el abdomen, abrasiones cutáneas, lesiones en la piel de diferente gravedad, prolapsos de útero, genitales hinchados, incluso con pus y/o sangre.
Conociendo cuáles son las condiciones en que viven estos animales no es de extrañar que haya una alta mortalidad, en estas granjas se encontraron cadáveres en las jaulas parideras, entre heces, placenta y animales vivos, en un depósito de agua, y en carretillas, donde además había fetos sin vida.
CONFINAMIENTO EN JAULAS
El confinamiento en jaulas de gestación y parideras en la industria porcina tiene efectos altamente perjudiciales tanto en las cerdas como en sus lechones.
Las jaulas de gestación y parideras son extremadamente estrechas y confinan a las cerdas en un espacio reducido, lo que les impide moverse con normalidad. Esto puede provocar estrés y frustración debido a la falta de espacio para caminar, darse la vuelta o estirarse, por lo que exhiben comportamientos anormales, como el balanceo repetitivo y otros signos de estrés psicológico debido al confinamiento y la falta de estímulo ambiental.
En las jaulas de parideras los lechones no se muevan libremente y con mucha dificultad se acerquen a la cerda para alimentarse. La restricción de movimiento de las cerdas puede dificultar el acceso de los lechones a las ubres, lo que puede llevar a la malnutrición y la falta de desarrollo adecuado de los lechones.
Los lechones pueden sufrir lesiones al quedar atrapados entre las barras de las jaulas o ser aplastados por las cerdas debido a la falta de espacio y movimiento limitado; también pueden experimentar estrés debido al entorno de confinamiento y pueden mostrar comportamientos anormales como el chupeteo compulsivo.
“Los animales son seres sintientes y nosotros tenemos la responsabilidad moral y social de asegurarnos que esto se refleje en las condiciones de las granjas. (…) Nuestro compromiso es claro: la eliminación progresiva de las jaulas para los animales.”
Stella Kyriakides
Comisaria Europea de Salud y Seguridad Alimentaria
“Afirmar que los compartimentos para cerdas son buenos para su bienestar pues las protegen de posibles heridas provocadas por peleas… es sostener que es aceptable prevenir un patrón de comportamiento no deseado mediante la restricción de toda forma de comportamiento.”
John Webster
Miembro Investigador Senior y Catedrático Emérito de Ganadería del Departamento de Ciencias Clínicas Veterinarias por la Universidad de Bristol.
Jaulas de gestación
Las jaulas de gestación son asociadas con diversos problemas de bienestar animal por no permitir el ejercicio físico, ser incómodas, provocar problemas locomotores e impedir la manifestación de los comportamientos naturales de la especie. Las cerdas en condiciones de libertad prefieren explorar, por tanto mantenerlos en jaulas causa estrés crónico, lo cual puede afectar el sistema inmune y hacerlas más propensas a enfermedades.
Otro comportamiento natural que no pueden expresar es el de construir un nido antes de parir, esto les causa una profunda frustración y daño a su bienestar.
Además, el diseño , limpieza y el tipo de material del suelo de las jaulas pueden provocar cojera. Esto se suma a que las cerdas embarazadas reciben una cantidad de alimento restringida para limitar la ganancia de peso, el hambre puede provocar comportamientos agresivos.
Jaulas parideras
Después de pasar por las jaulas de gestación, las cerdas son llevadas a las jaulas parideras donde el espacio es tan limitado que no pueden ni darse la vuelta, además los animales ahora son más grandes por la selección genética, así que las jaulas diseñadas hace años son aún peores para el bienestar animal. Las jaulas estresan a las cerdas porque no les permite alejarse para defecar ni tumbarse sobre superficies frescas, impidiendo su termorregulación.
Mantenerlas enjauladas afecta los músculos y reduce la capacidad cardiovascular y la fuerza ósea, además la incapacidad de moverse les provoca callosidades.
Prácticas dolorosas
En la industria se practican de forma rutinaria diversas prácticas que son sumamente dolorosas para los animales, en el caso de los cerdos, se les castra, recorta la cola (raboteo) y los dientes, todo esto sin anestesia. Normalmente se realizan estas mutilaciones en sus primeros días de vida para facilitar el manejo, aunque a veces se puede practicar cuando son más grandes, el dolor es intenso en cualquiera de estos casos.
La castración se justifica en prevenir un olor desagradable en la carne, el raboteo y recorte de dientes se realizan para evitar que se lastimen si se agreden, sin embargo estas agresiones se derivan de las condiciones de estrés propias de la ganadería industrial, si los animales no fueran sometidos a esta explotación no experimentarían el dolor de estos procedimientos.
La industria porcina en España
De acuerdo a datos oficiales del 2022, en España se matan más de 56 millones de cerdos, posicionando a este país en primer lugar a nivel europeo y tercero a nivel mundial, aunque en ese último año la producción disminuyó por primera vez en la última década.
En el consumo también ha habido una tendencia descendente desde hace unos años, en el año pasado fue de 51.4 kg per cápita
Ha disminuído el número de granjas pequeñas y aumentado el número de las grandes.
A pesar de que la prohibición de la Comisión Europea de cortar la cola de forma rutinaria se incluye ahora en la Directiva 120/2008/CE, en España la mutilación de las colas afecta al 98.5% de los cerditos. Además el Anexo 1 del Real Decreto 1135/2002, de 31 de octubre, relativo a las normas mínimas para la protección de cerdos dice que “el raboteo y la reducción de las puntas de los dientes no deberán ejecutarse por rutina”.
Varias auditorías que hizo la Comisión Europea en nueve estados miembros de la UE entre 2017 y 2019 revelaron que al 99,5 y el 100% de los cerdos todavía se les corta la cola. Esto constituye una violación de las disposiciones específicas de la Directiva.
¿Cómo son las cerdas con sus crías?
Las cerdas, como otros animales, tienen comportamientos y características naturales que son fundamentales para comprender su bienestar y su relación con sus crías. Estudios científicos han demostrado que las cerdas son animales altamente inteligentes y sociales, lo que las hace capaces de experimentar una amplia gama de emociones y comportamientos complejos.
Sin embargo, en la industria cárnica, las cerdas son a menudo sometidas a condiciones de confinamiento extremas en sistemas de cría industrial. En estas instalaciones, las cerdas no pueden expresar sus comportamientos naturales ni cuidar adecuadamente a sus crías.
Ayudar día a día a los animales
Al reconocer y respetar las emociones y necesidades de los cerdos dejamos de financiar una de las industrias más devastadoras y crueles, la cárnica.
Recuerda que siempre podemos elegir opciones libres de crueldad.