El nuevo estudio que promueve el consumo de carne; vinculado a la industria cárnica
El consorcio de investigadores, cuyo reciente estudio alcanzó gran repercusión mediática y que minimizaba los riesgos para la salud de la carne roja y procesada, ha recibido fondos de un programa universitario parcialmente financiado por la industria estadounidense de la carne de vacuno.
El estudio, publicado el pasado 30 de septiembre en la revista médica Annals of Internal Medicine y elaborado por el grupo de investigadores NutriRecs, sugería que los efectos negativos para la salud de la carne roja y procesada habían sido exagerados. Este grupo internacional, encabezado por Bradley C. Johnston, de la Universidad de Dalhousie de Canadá, concluía que la vinculación del consumo de carne con las enfermedades cardíacas y con el cáncer no están respaldadas por una buena evidencia científica y recomendaba a los consumidores mantener los niveles actuales de ingesta de carne.
Según publica The Washington Post, este grupo de científicos está asociado a una rama de la Universidad de Texas A&M financiada parcialmente por la industria de la carne de vacuno. Una información que los investigadores omitieron a la revista médica.
El pasado mes de abril el programa de Agricultura y Ciencia AgriLife de la Universidad de Texas A&M se unió al consorcio NutriRECS proporcionándo a este grupo de científicos un “generoso apoyo” asegura The Washington Post. AgriLife cuenta con un programa de enseñanza sobre ganado vacuno, talleres educativos para ganaderos y de promoción de la carne de Texas. Además, el programa Texas Beef Checkoff, una rama de la industria de comercialización pagada por los propios ganaderos, ha financiado varios estudios de AgriLife.
Un estudio similar para fomentar el consumo de azúcar
Por su parte, The New York Times revelaba la pasada semana la existencia de otro estudio dirigido por Johnston y también inmerso en un conflicto de intereses. En ese caso, fue publicado en 2016 y tenía como objetivo desacreditar la vinculación del consumo de azúcar con los riesgos que entraña para la salud. El estudio había sido financiado por el Instituto Internacional de Ciencias de la Vida, que contó con el apoyo financiero de empresas como McDonald’s, Coca-Cola, PepsiCo y Cargill.
El lobby de la carne en España contrató a “Expertos Científicos”
En España, para contrarrestar los efectos del informe de la OMS de 2015 que relacionaba el consumo de carne procesada con el cáncer colorrectal, la industria cárnica (en concreto las interprofesionales INTERPORC, INTEROVIC, ASICI Y PROVACUNO) contrató a una empresa llamada Sprim que elaboró un plan estratégico de crisis que incluyó varias fases. Durante la primera, varios “expertos científicos” hablaron en los medios de comunicación defendiendo los intereses del sector cárnico sin que se les relacionara con él. Gracias a Fíltrala conocimos tal vinculación.
De esta forma el lobby de la carne en España manipuló a la opinión pública, sin importarle la salud de los consumidores cuando esta entra en conflicto con sus intereses económicos.
«El lobby de la carne, al igual que hizo el lobby del tabaco en el pasado, invierte millones en financiar estudios para intentar contrarrestar la creciente y constatada evidencia científica que nos alerta de las consecuencias negativas para nuestra salud del excesivo consumo de carne.»
Destaca Silvia Barquero, Directora ejecutiva de la Fundación Igualdad Animal, y añade «Lo que resulta escandaloso es que escondan el conflicto de intereses de estos estudios y jueguen de esa manera con la salud de los consumidores.»