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16 febrero, 2022

Peces y tortugas triturados vivos y graves infracciones en uno de los mayores mataderos de siluros de Estados Unidos

Igualdad Animal hace públicas imágenes del sufrimiento de los animales grabadas en un matadero de Simmons Farm Raised Catfish, empresa situada en Yazoo City, Mississippi, una de las mayores instalaciones de sacrificio de siluros o peces gato, bajo la inspección del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. Los peces sacrificados por esta empresa se destinan a importantes cadenas de distribución y restaurantes del país.

La investigación revela que los peces son mantenidos fuera del agua durante períodos prolongados, de hasta una hora, antes de ser decapitados. Mientras los peces pasan por un dispositivo de aturdimiento eléctrico durante el procesamiento, muchos recuperan la movilidad y empiezan a jadear y a mover las aletas mucho antes de que les sea cortada la cabeza. Además, los peces y las tortugas descartados son retirados de las líneas de producción y colocados en cubos sin agua, después son colocados en una cinta transportadora y triturados vivos.

El investigador de Igualdad Animal ha filmado escenas perturbadoras, incluyendo graves violaciones legales. Las imágenes de la cámara oculta y las declaraciones de los testigos revelan:

  • Cientos de siluros dejados fuera del agua para que se asfixiaran lentamente mientras los trabajadores hacían sus descansos.
  • Peces conscientes decapitados.
  • Tortugas y peces de captura accidental son triturados vivos y, según un empleado, utilizados como alimento para los siluros que aún están creciendo.
  • Una tortuga arrojada a una cinta transportadora que intenta desesperadamente arrastrarse en dirección contraria mientras es llevada hacia la trituradora.
  • Peces de tamaño inferior al normal, deformados y con cicatrices de parásitos, son dejados vivos en cubos sin agua en la planta de sacrificio durante horas.


«Cada día, en el matadero de Simmons, miles de siluros e innumerables animales sufren», afirma Sharon Núñez, presidenta de Igualdad Animal. «Nuestra investigación revela violaciones persistentes de la ley del estado de Mississippi. Deben presentarse cargos contra Simmons para poner fin a los continuos abusos».               

Petición de cargos

Igualdad Animal ha presentado pruebas a la oficina del sheriff del condado de Yazoo y al fiscal del condado, detallando las violaciones de las leyes de crueldad hacia los animales de Mississippi documentadas durante la investigación de un mes de duración, incluyendo graves violaciones de la prohibición legal de mutilaciones innecesarias y formas crueles de transporte.

La ley de Mississippi establece que cualquier persona responsable del cuidado y la manipulación de criaturas vivas, incluidos los peces, no puede hacer que esos animales sean torturados o atormentados, ni privados del sustento necesario (como el oxígeno), ya sea por crueldad intencionada o por mera negligencia. Al provocar que cientos de peces sean sometidos cada día a este tipo de trato, Igualdad Animal sostiene que la dirección y los propietarios de Simmons deberían ser considerados responsables penalmente en virtud de la ley anticrueldad de Mississippi.

En contra de las conclusiones del investigador, Simmons afirma que los peces se procesan en 30 minutos y de forma rápida. Igualdad Animal ha presentado denuncias ante los fiscales generales de los estados de Alabama, Georgia, Luisiana, Misisipi y Tennessee, alegando que las afirmaciones falsas y engañosas de Simmons sobre sus productos y modos de producción constituyen prácticas comerciales desleales o engañosas según las leyes de protección del consumidor de esos estados. En respuesta, Simmons ha aceptado eliminar de su sitio web la afirmación de que el pescado se procesa en 30 minutos.

Tras el sacrificio, los peces muertos son inspeccionados por el USDA, Departamento de Agricultura de Estados Unidos, y pasan a abastecer a restaurantes, tiendas de comestibles y empresas de servicios alimentarios. Aunque los productos de Simmons llevan el sello oficial de la agencia federal, no existe ninguna ley federal que obligue a sacrificar a los peces de forma humanitaria, por lo que los inspectores del USDA no controlan la crueldad que sufren estos animales.

Las pruebas científicas detallan la capacidad de los peces para experimentar dolor, angustia y la dificultad de hacerlos insensibles durante el sacrificio.  Un estudio publicado el año pasado sobre los efectos de los métodos comerciales de aturdimiento en la función cerebral de los siluros confirma la ineficacia del aturdimiento eléctrico. El estudio determinó que el siluro recupera la sensibilidad de un aturdimiento de dos segundos en 30 segundos, y se recupera de un aturdimiento de 10 segundos después de 1,7 a 4,9 minutos. Cuando se permite que los siluros, como los de Simmons, se recuperen del aturdimiento, experimentan miedo, ansiedad, dolor, sufrimiento y angustia evitables durante su muerte.