Contaminación por vertidos supone miles de muertes en Doñana
Andalucía – Proliferan las algas tóxicas en la comarca onubense de Doñana. Su principal responsable: la contaminación procedente de la actividad agraria y su mayor consecuencia: la muerte de miles de peces y aves que habitan en las marismas. Esto es lo que se deduce de los estudios realizados por el Equipo de Seguimiento de Procesos Naturales de la Estación Biológica de Doñana, pertenecientes al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que ha puesto en marcha un proyecto para la detección temprana de este tipo de algas. En declaraciones a Zona Verde, la coordinadora de dicho Equipo, Ana Andreu, explicó que “los abonos para cultivos y su posterior vertido a los cauces de Doñana suministran a las aguas elevadas cantidades de nitratos y fosfatos, que son nutrientes para estas cianobacterias tóxicas o algas”. “Si a esto se añade un clima favorable y una gran cantidad de alimento tenemos las condiciones perfectas para la llegada masiva de estas algas, que en principio pueden ser tóxicas o no, pero que de todas formas, son perjudiciales para los pájaros y peces, e incluso para el ser humano”, añadió Andreu. Igualmente, señaló que, junto a la contaminación, también existen otras causas que favorecen la aparición de estos microorganismos, tales como la luminosidad y la alta temperatura del agua. Por este motivo y para impedir la muerte de los animales, subrayó Andreu, se ha puesto en marcha dicho proyecto que consiste en un sistema de alerta temprana de algas mediante la identificación de “puntos calientes” y análisis regulares del agua. Según la coordinadora, el siguiente paso será estudiar el origen de estas sustancias químicas en las zonas de entradas de los cauces con mediciones periódicas y remitir a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) las posibles irregularidades. En este sentido, Andreu destacó “la dificultad de conocer con exactitud la existencia de vertidos ilegales, ya que todos los agricultores pueden estar vertiendo cantidades permitidas y aún así existir una gran contaminación al mezclarse todas las sustancias”. Por ello, de momento el proyecto está centrado en el muestreo de aguas y “poder impedir, si cabe, el aumento de periodicidad en el que aparecen estos microorganismos”. LOS PUNTOS CALIENTES El sistema de alerta ha permitido identificar cinco ‘puntos calientes’ donde aparecen las algas tóxicas y poder centrar el trabajo en zonas determinadas. Para asegurar la fiabilidad, las muestras se envían a la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid para ser analizadas una segunda vez. El resultado de las mediciones determina el nivel de alerta en el que se encuentran las aguas, puesto que el sistema se basa en cuatro niveles de alerta y actuación. De hecho, todas las zonas de Doñana analizadas el pasado julio indicaban el nivel de alerta de toxicidad máxima. Sin embargo, las medidas de gestión marcadas por el sistema evitó la mortandad de numerosos vertebrados. Fuente: Zona Verde