Muere Tito calcinado en incendio en una “tienda de animales”
Muere Tito calcinado en un incendio. Un gran incendio, que comenzó sobre las tres y media de la madrugada de ayer y que duró más de cinco horas, destruyó los seis locales anexos al Hiper Centro de la carretera de Sant Antoni. Un loro de la tienda Animales y Complementos, el único animal que había en el establecimiento, murió calcinado por las llamas.
Muere Tito calcinado en un incendio. Un gran incendio, que comenzó sobre las tres y media de la madrugada de ayer y que duró más de cinco horas, destruyó los seis locales anexos al Hiper Centro de la carretera de Sant Antoni. Un loro de la tienda Animales y Complementos, el único animal que había en el establecimiento, murió calcinado por las llamas.
Tito tenía ocho años de edad y era el principal “atractivo” de los niños que acompañaban a sus padres a hacer la compra al Hiper Centro, por tanto, utilizado también como reclamo comercial. «Era un regalo que nos habían hecho», comentó ayer, muy afectado por el suceso, Jaime Marí, el propietario de la tienda Animales y Complementos y “dueño” de Tito.
«Estaba todo en llamas, llegamos antes que los bomberos, nunca habíamos visto un incendio tan grande», comentó ayer una joven testigo del incendio, que una semana antes había acompañado a una de sus amigas a la tienda de animales que se quemó, ya que quería comprar un perro.
Desde Igualdad Animal nos lamentamos de la muerte y sufrimiento del loro Tito y de su vida de cautiverio en una jaula o dentro del establecimiento comercial, un lugar en el que nunca debió de estar cautivo en lugar de libre. Fue un ser que, aunque se suponga fue querido, no cabe duda que estaba injustamente privado de libertad, como millones de otros animales considerados bienes de consumo, con los que se comercia para compañía o mascota. Reconocerle con el nombre propio de Tito, nos aproxima mucho más al drama individual sufrido por este individuo. Pero todos los animales son individuos únicos, tengan o no un nombre, con intereses propios, lo cual, implica respetar su libertad, vida e integridad física. Por tanto, no son objetos de compañía, ni atracciones. Frente al comercio de animales, tenemos la opción de ayudar a otros individuos de otras especies que están en situación de riesgo. Perros, gatos y otros muchos animales han padecido las consecuencias de haber sido abandonados o explotados y están en situación de auxilio. Cada día hay más gente que adopta animales abandonados, sin esperar una contraprestación de cariño, sino por ofrecerles una oportunidad y ayuda. Comprar y vender animales conlleva muchas consecuencias perjudiciales para los animales como, por ejemplo, la explotación de las madres para cría, la muerte de animales en transportes, la privación de libertad, la falta de contacto con miembros de su especie, ser matados por haber nacido con taras físicas y, por tanto, ser considerados como un "producto defectuoso" no apto para la venta... Comerciar con animales no es más que continuar con la idea de que los animales son nuestros esclavos. Pongámonos en su lugar y superemos la barrera del especismo.