Aves decapitadas en rituales de santería en Málaga
Cinco individuos, de edades comprendidas entre los 25 y los 39 años, han sido denunciados por agentes de la Policía Local de Málaga tras haber matado a un gallo junto a las vías del tren. Tras ser sorprendidos por los agentes, uno de ellos, que presentaba restos de sangre en las manos y en los zapatos, declaró haber perpetrado el sacrificio como parte de un rito de santería, mientras que las otras cuatro personas reconocieron haber participado en los hechos.
Se da la circunstancia de que la Policía Local encontró el pasado 4 de enero a seis gallinas y un gallo muertos en la orilla de una playa de la zona, colocados en paralelo y orientados hacia el mar, con la cabeza apoyada en un plato de comida y acompañados de velas enterradas en la arena. Se está investigando si los denunciados pudieran estar relacionados con este suceso.
Las cinco personas implicadas fueron denunciadas por infringir el artículo 38.a de la Ley de Protección Animal, pudiendo haber incurrido también en un “delito de maltrato animal”.
¿Qué diferencias existen entre estos actos y los que se desarrollan cada día en los mataderos con estos mismos y otros animales? ¿Dónde está el límite entre legitimar y condenar su matanza?
Cada día millones de gallinas y gallos explotados en granjas son enviados al matadero, donde también son decapitados durante su procesamiento. Sin embargo, en este caso el fin parece justificar los medios, mientras que los individuos denunciados pueden haber incurrido en un delito de maltrato animal. Pero ni el consumo de animales ni su sacrificio como ofrenda divina son prácticas necesarias.
Podemos vivir sin dañar a gallinas o gallos, ni tampoco a cerdos, vacas, patos, peces... llevando una forma de vida vegana.
Los rituales religiosos y tradicionales que incluyen el sacrificio de animales siguen estando muy presentes en nuestra sociedad, estando muchos de ellos socialmente aceptados. Comprender que no estamos moralmente legitimados para quitarle la vida a otro animal, lícita o ilícitamente, ayudará a erradicar la visión de los animales como meros objetos o instrumentos al servicio de nuestra especie.