Utilizan ovejas y cabras en una protesta para promover la matanza de lobos
En Francia, cientos de ovejas y cabras invadieron las calles de la localidad de Brignoles, en el sur del país, para “manifestarse” junto con sus pastores por los ataques producidos por lobos.
Con esta demagógica protesta, la industria ganadera pretende que la Unión Europea permita la matanza de lobos, evitando así la pérdida económica que la depredación por parte de estos animales conlleva para quienes hacen de la explotación de cabras y ovejas su modo de vida.
Pero la realidad es que tanto ovejas como cabras no son más que unidades de producción para quienes las explotan y que su destino está tristemente marcado desde antes de su nacimiento.
Promover la matanza de animales, sean de la especie que sean, es éticamente injustificable. Existen cientos de alternativas éticas de control poblacional, medidas que pueden evitar el sufrimiento y la muerte de animales depredadores y depredados. La primera de todas ellas, la más importante y que supondrá un verdadero cambio para las víctimas, es no utilizarlos para nuestros fines, rechazando su explotación.
En España, mueren en los mataderos 20 millones de corderos al año y 3 millones de ovejas desechadas. Son utilizados como simples recursos para producir carne, leche, lana y otros subproductos. Los corderos consumidos son los llamados “lechal” y “pascual”, bebés de ovejas de 3 y 4 meses de edad respectivamente, todavía en periodo de lactancia.
La leche producida por las ovejas que no llegará a alimentar a los corderos será destinada a consumo humano. Las ovejas que dejen de ser suficientemente productivas serán enviadas al matadero. La vida de todos estos animales se basa exclusivamente en la producción de beneficios económicos para sus propietarios.
