El alto precio de la ganadería industrial
Corría el año 2006 y nada hacía pensar que las industrias cárnicas estuvieran pasando por un mal momento: el mundo comía cada vez más hamburguesas, salchichas y alitas de pollo, las personas seguían pensando que la única fuente de proteína era la carne, los gobiernos promocionaban su consumo y las organizaciones ecologistas no decían una palabra del “pequeño” problema que la ganadería industrial estaba generando: destrucción de selvas, contaminación de acuíferos, aceleración del efecto invernadero y la brutal matanza de más animales que nunca antes en la historia de la humanidad.
Y entonces sucedió algo. Algo que las multimillonarias industrias cárnicas no esperaban. Algo que ni sus todopoderosos departamentos de marketing ni sus sombríos lobbys habían llegado a prever: un inesperado informe salía a la luz haciendo máxima responsable a la ganadería industrial de los desastres medioambientales globales de nuestra era. En sus poltronas, los millonarios directores de las gigantescas industrias cárnicas hicieron que saliera humo de sus teléfonos: el informe se llamaba “La Alargada Sombra del Ganado”. ¿Quién demonios había escrito aquello?, ¿Greenpeace?, ¿La WWF?, ¿PETA? No, ni en sus peores pesadillas habían imaginado quién estaba detrás del demoledor informe: La ONU, a través de su Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
En el histórico informe de la FAO, se hacía a la industria de la carne uno de los principales responsables de la contaminación de la tierra, el cambio climático y la polución del aire, la escasez global de agua y la contaminación de acuíferos y de la pérdida irreparable de biodiversidad.
Han pasado 9 años desde aquel informe y la situación se ha agravado incluso más para las todopoderosas industrias de la hamburguesa y carne a la parrilla. Hoy en día las voces que claman por el cese de la ganadería industrial se han multiplicado. Desde las organizaciones medioambientales internacionales World Watch, la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos, la Organización Mundial del Agua o el Centro para la Diversidad Biológica hasta prestigiosas revistas como Science Magazine, Nature, International Business Times y National Geographic.
Lo que en 2006 era cierto en 2015 lo sigue siendo. Y ahora sabemos más datos. Muchos más. La comunidad científica ha llevado a cabo nuevos estudios. ¿Quieres saber algunos?:
– La ganadería y los subproductos que genera son responsables del 51% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
– El gas metano tiene un potencial de calentamiento global 86 veces mayor que el del dióxido de carbono. La ganadería industrial es la responsable de emitir diariamente a la atmósfera 600.000 millones de litros de metano. Una sola vaca puede producir entre 250 y 500 litros de metano al día. El tanque de gas de un coche impulsado por gas suele contener unos 60 litros.
– La ganadería es responsable del 65% de emisiones del gas óxido nitroso, un gas de efecto invernadero con un potencial 296 mayor que el dióxido de carbono.
– Se necesitan 9.400 litros de agua para producir 500 gramos de carne de vaca.
– Se necesitan 1.800 litros de agua para producir 500 gramos de huevos.
– Se necesitan 3.700 litros de agua para producir 3,7 litros de leche.
– La ganadería es la responsable del consumo de entre 20% y 33% de toda el agua potable del mundo.
– La ganadería industrial y los pastos para alimentar a los animales ocupan el 45% de la tierra habitable en el planeta.
– La ganadería industrial es una causa principal de la extinción de especies, zonas oceánicas muertas, polución del agua y destrucción de hábitats.
– ⅓ del planeta está desertificado con la ganadería industrial como un factor principal.
– La ganadería industrial es la responsable de hasta un 91% de la deforestación del Amazonas.
– Más de 70.000 millones de animales mueren al año para consumo humano. Esto significa más de 6 millones por hora.