Al descubierto uso masivo de antibióticos en granjas de pollos
El «uso no terapéutico» de antibióticos en animales dentro de la industria ganadera es un procedimiento estándar que se viene utilizando desde hace décadas. Es gracias a esto que la cría masiva de animales es posible, pero también ha hecho que se desate una de las mayores amenazas para animales y humanos: la multiplicación de cepas de bacterias resistentes o «superbacterias». Las superbacterias logran hacerse inmunes a los antibióticos y son responsables de brotes epidémicos sin precedentes. En los último años diversas entidades especializadas, incluída la Organización Mundial de la Salud, lo han denunciado, alertando sobre el peligro de administrar estos productos en aves, cerdos y vacas como tratamientos preventivos o como fórmula para acelerar el engorde. Recientemente, una investigación periodística llevada a cabo por la organización independiente Bureau of Investigative Journalism (BIJ) ha demostrado que el comercio y administración de antibióticos en aves es mucho más grave de lo que se creía. Los resultados del trabajo indican que tan solo en 2016 fueron vendidas 2800 toneladas de colistina a países como Vietnam, India, Corea del Sur, Rusia, México, Colombia y Bolivia. Dentro del inmenso grupo de los antimicrobianos, la colistina se encuentra entre aquellos que son críticos para la salud y que debe usarse con la mayor prudencia posible y solo como último recurso después de las pruebas de diagnóstico. El abuso de este antibiótico es especialmente grave en la India. En este país algunas empresas farmacéuticas pueden hacer publicidad sin ningún tipo de limitación sobre productos para el engorde de pollos como la colistina. Y, además del uso masivo y descontrolado de la misma, ha sido denunciado que en algunos casos se fabrica sin contar con los controles necesarios. En España, el uso de colistina alcanzó los 36 miligramos por kilo de carne producida en 2014, el triple que Alemania y hasta siete veces el máximo recomendado por Europa, según los últimos datos disponibles del proyecto ESVAC. El uso intensivo e incorrecto de la colistina en las granjas de pollos denunciadas en India provoca la aparición de nuevas cepas de bacterias resistentes a este tratamiento. De esta forma, los humanos que consuman la carne de estos animales se quedarían sin tratamientos efectivos. De acuerdo con un informe del gobierno británico publicado en 2016, de no tomarse las medidas necesarias, en 2050 morirán más personas a causa de las superbacterias que por cáncer (8,2 millones de muertes) o accidentes de tráfico (1,2 millones). A pesar de que este informe alertó a las autoridades europeas y de las iniciativas gubernamentales, actualmente no existe un control sobre el consumo real de antimicrobianos en España, donde cada año mueren 2500 personas a causa de de la resistencia bacteriana desarrollada por el consumo de los mismos.