En España, las grandes distribuidoras dicen «no» a los huevos de jaulas
El uso de jaulas en la industria del huevo es uno de los sistemas más crueles de la ganadería industrial. De allí que las gallinas, luego de los pollos y peces, sean los animales más maltratados del mundo. Te puede interesar: Gallinas en la industria del huevo: 4 motivos para protegerlas del peor de los maltratos Durante más de dos años son obligadas a vivir junto a otras gallinas dentro de jaulas en las que cada una cuentan con un espacio equivalente al de una tablet. Allí dentro es imposible para ellas poder desarrollar cada comportamiento natural y básico como rascarse, darse un baño de tierra o estirar las alas. Con el fin de acabar con la crueldad de las jaulas, nuestros equipo de incidencia corporativa lleva dos años trabajando en todo el mundo logrando importantes victorias que están cambiando la vida de millones de gallinas. En España, Lidl, Carrefour, Eroski y Mercadona, 4 de los mayores distribuidores de alimentos, ya se han comprometido a dejar de proveerse de huevos que provengan de este sistema. Lidl, la quinta cadena de supermercados más grande del país, fue la primera en hacer público que desde 2018 es el primer distribuidor en el país que ya no vende huevos de gallinas enjauladas. Por su parte, Carrefour se ha comprometido a hacerlo a partir de 2025, al igual que El Corte Inglés, mientras que Mercadona en conversaciones con nuestro equipo comunicó su compromiso de dejar de vender huevos de gallinas enjauladas en 2023 y luego lo hizo público. Durante su participación en el Foro Global de Economía Social, la cooperativa Eroski, que es una de las 5 principales distribuidoras de alimentos en España, reafirmó su compromiso de garantizar que para 2024 estarán vendiendo únicamente huevos de gallinas libres de jaulas. La única excepción dentro del grupo de los 5 gigantes de la distribución en España es supermercados DIA, por lo cual iniciamos una campaña para que esta empresa adopte un compromiso para dejar de vender huevos de gallinas enjauladas, y así se una a más de 500 empresas en todo el mundo que ya han adoptando una política para poner fin a esta cruel práctica.