En España se mutila a los cerdos, a pesar de estar prohibido en Europa
La Fundación Igualdad Animal ha enviado una carta a la Asociación Nacional de Veterinarios de Porcino pidiendo su implicación para poner fin a la práctica del “raboteo” en las granjas españolas.
La prohibición de la UE de cortar la cola de forma rutinaria se incluye ahora en la Directiva 120/2008/CE (Directiva sobre cerdos). Sin embargo, entró en vigor por primera vez hace casi 27 años. A pesar de ello, la gran mayoría de los lechones siguen siendo mutilados de forma rutinaria. Una presentación de la Comisión Europea el año pasado informó sobre las auditorías que llevaron a cabo en nueve Estados miembros en 2017-19. La Comisión dijo que entre el 99,5 y el 100% de los cerdos todavía se les corta la cola. Esto constituye una violación de las disposiciones específicas de la Directiva.
En la misiva, Igualdad Animal también manifiesta que la Comisión Europea ha confirmado recientemente [1] que las medidas de aplicación adoptadas por los Estados miembros en relación con los requisitos de la Directiva sobre cerdos para la prevención de la mordedura de colas son insatisfactorias. En concreto, incluso los planes de acción presentados hasta la fecha por la mayoría de los Estados miembros no abordan uno o más factores de riesgo conocidos para la mordedura de cola. En un contexto tan sombrío, su papel como veterinarios de cerdos se vuelve aún más vital a la hora de educar, orientar y proporcionar soluciones para evitar el corte de cola rutinario.
Igualdad Animal reclama implicación a la Asociación Nacional de Veterinarios de Porcino para que se ponga fin a esta cruel práctica.
Esta práctica causa sufrimiento a los animales e infecciones derivadas de su ejecución, realizada muchas veces por operarios sin formación. Se realiza porque debido a las condiciones de hacinamiento que soportan los cerdos se muerden entre ellos.
Igualdad Animal denuncia que se realiza de forma rutinaria y que el foco debería ponerse en las extremas condiciones higiénico-sanitarias y de hacinamiento que soportan los animales, que provocan que lleguen a agredirse entre ellos.
Se amputa la cola a los cerdos para que no se muerdan entre ellos por el estrés que les produce vivir en esas penosas condiciones. Antes de mutilar a los animales lo que hay que hacer es preocuparse por mejorar esas condiciones que son la causa de que lleguen al extremo de agredirse entre ellos
Silvia Barquero, directora de Igualdad Animal