Alimentación forzada: ¡Únete a la protesta!


Estamos ultimando los detalles para la protesta del próximo jueves 25 de septiembre frente al Congreso de los Diputados para pedir que los diferentes partidos políticos apoyen la Proposición no de Ley para prohibir la alimentación forzada en la producción de foie gras. Esta PNL (161/001908) será debatida y votada en la Comisión de Agricultura del Congreso de los Diputados en las próximas semanas.
¿En qué consiste la alimentación forzada en la producción de foie gras?
Cada año, cerca de un millón de patos y ocas en España son sometidos a la alimentación forzada, obligados a ingerir hasta 2 kilos de pasta de maíz al día mediante tubos. Esto provoca que sus hígados crezcan hasta diez veces su tamaño normal, causando graves problemas de salud y sufrimiento.
El foie gras es un hígado agrandado y enfermo debido a una alimentación forzada a la que son sometidos los patos. Durante el proceso, se les introduce un tubo de 30 cm en el esófago para obligarles a tragar enormes cantidades de comida, lo que provoca un crecimiento anormal de su hígado y un gran sufrimiento a los animales. Cada año en España aproximadamente un millón de patos y ocas son sometidos a este proceso que les causa un gravísimos sufrimiento.
Igualdad Animal ha documentado los enormes daños que padecen estos animales en múltiples investigaciones realizadas en España y Francia.
Las inspecciones son prácticamente inexistentes
La alimentación forzada es una de las prácticas más crueles de la industria alimentaria. Igualdad Animal ha documentado, a través de investigaciones, el enorme sufrimiento que genera a los patos y ocas. Las inspecciones en estas granjas son prácticamente inexistentes.

El número de controles oficiales realizados en las granjas donde se practica la alimentación forzada para la producción de foie gras, unas 260 aproximadamente en 6 provincias españolas, es extremadamente bajo.
Según los datos solicitados por Igualdad Animal a la Dirección General de Sanidad de la Producción Agroalimentaria y Bienestar animal del MAPA, en 2020, no se efectuó ningún control, en 2021 se inspeccionaron el 4,2% de las granjas, 5 de patos y 1 de gansos, y en 2022 las inspecciones se produjeron tan solo en el 3% de las instalaciones, 5 de patos y ninguna de gansos. Por último, en 2023, el porcentaje de explotaciones inspeccionadas sólo alcanzó al 1,9% de ellas, siendo las 3 únicas granjas inspeccionadas de alimentación forzada de patos.
De esta forma y según el promedio de proporción de inspección anual, la probabilidad de que una granja donde se lleva a cabo la alimentación forzada para producir foie gras sea inspeccionada, es de aproximadamente cada 43 años.
La sociedad española está en contra de la alimentación forzada
Nuestro país es, junto a Francia, Hungría, Bulgaria y una parte de Bélgica, uno de los únicos cinco países europeos que todavía permiten esta práctica. En el resto de países de la UE, ha sido abandonada.
En octubre de 2024 entregamos más de 100.000 firmas en el Congreso de los Diputados en contra de esta práctica, una muestra más de que la sociedad rechaza mayoritariamente la alimentación forzada.
El maltrato es inherente de la alimentación forzada
La escasez de inspecciones y la falta de un sistema robusto de control no solo hace que los animales corran más riesgo de ser maltratados, sino que también pone en evidencia la necesidad de una medida preventiva clara y decisiva: la prohibición de la alimentación forzada.
«Prohibir esta práctica es una forma efectiva de evitar que los animales sufran, independientemente de las deficiencias en el sistema de inspección actual»Anna Mulá, gerente de incidencia legislativa de Igualdad Animal.
¿Y tú? ¿Quieres participar en la protesta?
Datos prácticos:
- Jueves 25 de septiembre
- 11:30 horas
- Plaza de las Cortes, Madrid (frente al Congreso de los Diputados)
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Incluso antes de salir de sus huevos, los patitos se comunican con sus familias. Protege a estas familias eligiendo alternativas vegetales.