Alimentación forzada: Crueldad global
La producción de foie gras es inmensamente cruel. Cada año, millones de patos y gansos son alimentados a la fuerza en granjas para producirlo, y es conocido como un producto caro y de lujo y que sólo come una pequeña parte de la población.
¿Por qué es cruel el foie gras?
El foie gras, que significa “hígado graso” en español, se elabora a partir de un hígado de pato o ganso que se ha agrandado anormalmente debido a una enfermedad llamada esteatosis hepática, causada por la alimentación forzada del animal.
Los trabajadores introducen largos tubos metálicos de 30 centímetros de largo en la garganta de las aves y les llenan el estómago con mucha más comida de la que querrían comer: la cantidad equivalente a 12 kilos de comida diaria para una persona.
Un problema global
La producción de foie gras es tan cruel que se ha prohibido en varios países, como el Reino Unido, Alemania, Italia, Noruega, Polonia, Turquía e Israel.
Pero a pesar de estas prohibiciones, en España se sigue permitiendo esta cruel práctica y la exportación de foie gras hacia y desde otros países sigue existiendo, siendo un problema importante y global.
En Igualdad Animal hemos expuesto desde 2012 la crueldad de la industria del foie gras a través de nuestras investigaciones y hemos lanzando una campaña internacional para prohibir la alimentación forzada. Nuestros esfuerzos tienen como objetivo prohibir los productos elaborados mediante alimentación forzada en todo el mundo.
La India ya ha prohibido el foie gras gracias a nuestro trabajo de investigación, y actualmente tenemos campañas en marcha en Reino Unido, Alemania, Estados Unidos y en España donde ya hemos obtenido más de 80 mil firmas.
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Lo dice la ciencia: la alimentación forzada es cruel
Las aves que se utilizan en la producción de foie gras son los únicos animales de la industria a los que no se les permite regular su consumo de alimentos según sus propios impulsos.
Los hallazgos científicos respaldan la prohibición de la alimentación forzada. Según la médica veterinaria Doctora Claudia Preuss-Ueberschär, esta práctica va en contra de los principios veterinarios modernos y el conocimiento moral contemporáneo al “mantener a los animales en jaulas estrechas hoy en día, agarrarlos y sujetarlos contra su voluntad y, sin ninguna razón médica, forzarlos a ingerir cantidades desproporcionadamente grandes de alimentos”.
Igualmente, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), desaprueba oficialmente la alimentación forzada en la producción de foie gras debido a la fuerte preocupación por el bienestar de los animales.
La mayor parte del foie gras del mundo se produce en Europa, por lo que una victoria en este continente sería un paso importante para millones de patos y gansos.
Obligar a los animales a ingerir alimentos y no poder decidir sobre ellos es una interferencia masiva en la autodeterminación de los animales y, por tanto, la producción de foie gras no sólo es insostenible desde el punto de vista veterinario, sino también desde el punto de vista moral. Al igual que el encierro en jaulas, ¡la alimentación forzada sólo puede calificarse de crueldad masiva hacia los animales!
Doctora Claudia Preuss-Ueberschär, médica veterinaria.
¡Asiste a la concentración del lunes 21 de noviembre!
Gracias al esfuerzo de los defensores de los animales, los investigadores, los legisladores, los periodistas y personas como tú, estamos cada vez más cerca de eliminar la alimentación forzada en la producción de foie gras para siempre.
Seguimos sumando esfuerzos para que la alimentación forzada sea prohibida en España y el resto de Europa. Asiste este lunes 21 de noviembre a las 12 horas a la concentración en Madrid frente al Ministerio de Agricultura y pongamos juntos fin a esta tortura de una vez por todas.
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