Cuenta atrás para la PNL que reclama la prohibición la alimentación forzada
Muy pronto los partidos políticos españoles deberán volver a mostrar sus cartas respecto a los animales. La Proposición no de Ley que fue presentada el pasado mes de marzo por el Grupo Parlamentario de Sumar, será debatida y votada en la Comisión de Agricultura del Congreso de los Diputados, previsiblemente, en las próximas semanas.
El pasado 25 de septiembre, activistas convocados por Igualdad Animal, se congregaron en la Puerta de los Leones del Congreso de los Diputados portando una pancarta de 3 metros de largo, para que ningún diputado tuviese dudas acerca de por qué estaban allí. La imagen de ese pato, al que inmovilizan con brusquedad por el cuello, mientras le introducen un tubo metálico por la garganta, no puede dejar indiferente a nadie…
Una semana más tarde, volvieron a congregarse en pleno centro de Madrid para llegar a los ciudadanos y contarles que esta PNL está a punto de llegar al Congreso y ser debatida por sus representantes políticos. Cómo suele suceder en estas protestas, muchos paseantes se paran, escuchan… y tras unos minutos tuercen el gesto con una mezcla entre incredulidad e indignación.

La protesta contó además con una amplia cobertura por parte de los medios de comunicación que llevaron esta demanda a muchos miles de personas más.

La Proposición no de Ley que va a ser debatida, propone que el Gobierno inicie una consulta pública para evaluar la compatibilidad de la alimentación forzada con los informes científicos existentes, el marco legal y la sensibilidad ciudadana actual, y que esta tramitación culmine en su prohibición.
También reclama que la Unión Europea revise las normas de comercialización del foie gras que actualmente obligan a que los hígados de patos y ocas alcancen unos determinados pesos mínimos. Pesos tan anormales y desproporcionados que solo se consiguen forzando a los animales a engullir enormes cantidades de alimentos.
Por su parte, los organismos oficiales llevan años calificando a la alimentación forzada como una práctica que no es tolerable, así lo afirmó la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) en 2002. Cuatro años antes, y de eso hace ya casi 30 años, el Comité Científico de la Comisión Europea ya había calificado a la alimentación forzada como una práctica perjudicial para las aves. Investigaciones recientes y asociaciones veterinarias han reiterado en innumerables ocasiones que no se trata de una práctica natural y que debería terminar.

La sociedad, por otro lado, muestra un rechazo mayoritario que se pone de manifiesto en cada acto o acción reivindicativa. En Octubre de 2024 Igualdad Animal entregó más de 100.000 firmas en el Congreso, una cifra que ha seguido creciendo durante el último año.
¿Cumplirán nuestros políticos con lo que espera de ellos una sociedad moderna y empática? ¿Estarán a la altura de las circunstancias?

PROTEGE A LAS FAMILIAS
Incluso antes de salir de sus huevos, los patitos se comunican con sus familias. Protege a estas familias eligiendo alternativas vegetales.
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