6 datos sorprendentes sobre la inteligencia de los animales en granjas
Todos sabemos lo inteligentes y sensitivos que son nuestros perros y gatos. Conectan con nosotros rápidamente. Saben lo que pensamos. Se anticipan a nuestras decisiones. Nos consuelan cuando estamos tristes. Incluso nos engañan para conseguir lo que quieren.
Pero algo está pasando. ¿No lo habéis notado?, cada vez hay más vídeos en redes sociales cuyos protagonistas no son nuestros peludos amigos. Cerdos, cabras, vacas, gallinas… ¡Hay nuevos protagonistas en el barrio y parece que son tan inteligentes como el que más!
No es de extrañar, la ciencia y nuestra capacidad de observación están descubriendo que los animales en granjas (sí, esos mismos que acaban en bandejas en las neveras de los supermercados) son inteligentes. De hecho, muy inteligentes. Y por supuesto, tan adorables como perros y gatos.
¿Son inteligentes los animales en granjas? Echemos un vistazo:
1. EN MUCHOS ASPECTOS, SON MÁS INTELIGENTES QUE LOS PERROS, LOS PRIMATES Y LOS NIÑOS PEQUEÑOS
Los cerdos son uno de los animales más inteligentes del planeta. Tanto como elefantes, delfines. Aprenden más rápidamente que perros o primates. Su inteligencia se compara con la de niños de tres años de edad.
Las vacas tienen excelentes habilidades para resolver problemas de lógica. Y una vez que dominan cómo resolver un problema lo celebran dando saltos, moviendo sus colas y corriendo alegremente.
2. PUEDEN ENGAÑAR A SUS AMIGOS
Los cerdos son muy astutos. Pueden saber casi al instante que otro está mostrando signos de saber dónde hay comida y comienzan a seguirlo. Pero…¡Ja!, el otro cerdito sabe perfectamente lo que está pasando y lleva al primero a lugares en donde no está la comida para que deje de seguirlo y asegurarse doble ración.
Además estos animales se encuentran entre los más rápidos de la naturaleza en aprender. Tanto o más que delfines o primates. Pueden abrir y cerrar puertas, guiar a rebaños de ovejas, ¡e incluso jugar a videojuegos con un joystick!
3. SON CAPACES DE CUIDAR DE OTROS Y SON EMPÁTICOS
Las gallinas se muestran angustiadas cuando creen que sus polluelos están en peligro. Tratan de protegerlos de cualquier amenaza y sólo vuelven a calmarse cuando se aseguran de que ya no hay peligro.
Las vacas de la industria láctea se angustian y entristecen profundamente cuando sus hijos son separados de ellas a los pocos días de nacer. Luego lamentan la pérdida de sus pequeños durante días y días mugiendo desgarradoramente y llorando. Incluso se sabe que otras compañeras se acercan a las afligidas madres y tratan de ayudar a consolarlas.
4.TIENEN UNA MEMORIA IMPRESIONANTE
Keith Kendrick, del Instituto Babraham de Cambridge [1] descubrió que las ovejas son capaces de memorizar 50 caras de compañeras. Incluso son capaces de recordarlas tras años sin verse.
Las vacas sienten rencor hacia quienes les han hecho daño, recordando perfectamente la situación traumática vivida. Por su parte las gallinas y los pollos aprenden a jugar a juegos y recuerdan cómo jugar a ellos. También recuerdan sus comidas especiales favoritas y nunca las olvidan.
5. POSEEN VOCABULARIOS COMPLEJOS
¿Pollos y gallinas hablando entre ellos? ¡Sí!, ¡y con más de 30 vocalizaciones distintas! Estas aves son capaces de lanzar una amplia gama de mensajes. Desde avisar al resto del grupo de dónde hay comida, pasando por alertar sobre predadores. ¡Y hasta tienen vocalizaciones distintas para distintos tipos de predadores! Su comunicación empieza antes de la eclosión del huevo: estando aún dentro se comunican ya entre ellos y con su madre.
6. SON CAPACES DE RAZONAR Y FORMARSE OPINIONES
Las gallinas utilizan la lógica y el razonamiento para elegir con qué gallo se van a aparear. Antes de elegir a su pareja, las gallinas observan a varios de ellos, almacenan sus comportamientos en la memoria y se forman opiniones basadas en pruebas sobre ellos.
Además saben contar. Estudios realizados en gallinas recién nacidas han demostrado que son capaces de realizar operaciones matemáticas básicas como contar y tienen una idea de la ordinalidad, es decir, la capacidad de colocar cantidades en una serie. Dichas habilidades se muestran normalmente en los humanos solamente a partir de los cuatro años de edad.
¿Cómo podemos proteger a estos animales inteligentes?
Aunque la inteligencia no indica si alguien merece compasión (al fin y al cabo, los niños pequeños la merecen tanto como los adultos), estos hechos ilustran el increíblemente incomprendido mundo de los animales utilizados para consumo.
Estos animales no sólo son capaces de sentir empatía y razonar, sino que también son capaces de sentir dolor, sufrimiento y tristeza.
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Fuente
[1] Animal Sentience
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