Granjas industriales: una vida miserable
La mayoría de las personas rechazamos el maltrato animal. Nos oponemos a que los animales sean utilizados para entretener en los circos, estamos en contra de la violencia contra los toros y contra el abandono de perros y gatos.
Pero muchos aún no somos conscientes de que el mayor maltrato animal ocurre cada día y sin pausa a pocos kilómetros de nuestros hogares en lugares donde son encerrados y matados la mayor cantidad de animales del planeta: los animales en granjas y mataderos industriales.
En estos lugares, los animales sufren cada minuto de cada día, sometidos a todo tipo de privaciones.
Conoce algunas de las formas en las que el encierro y la frustración de las granjas anulan sus deseos y comportamientos más básicos.
1.La crueldad del sistema de jaulas
Dentro de la industria ganadera, maximizar la producción es clave. Con el fin de reducir los espacios y mantener los costes al mínimo, más de 300 millones de cerdos, gallinas, conejos, patos, codornices y terneros son obligados a vivir en jaulas.
98 millones de ellos pasan su vida así en España, que es el país de la UE con mayor número de animales encerrados en jaulas.
Dentro de cobertizos sin ventanas y con luz artificial y en jaulas, así viven los animales cuyos cuerpos terminan empaquetados en el supermercado.
CERDAS MADRE
Las cerdas madre son encerradas en jaulas de gestación de 2 por 2 metros, obligadas a vivir en un espacio apenas mayor que su propio cuerpo. Durante la mayor parte de su vida no se les permite darse la vuelta ni mostrar ningún comportamiento natural.
Todo esto se considera estándar y aceptable dentro de la industria.
A pesar de que la creencia popular dice lo contrario, los cerdos son animales muy limpios que pueden convivir con nosotros de la misma forma que lo hacen los perros y los gatos.
Además, a los cerdos les encanta bañarse con agua para mantenerse frescos y protegerse del sol ya que no tienen glándulas sudoríparas. Nada de esto es posible para ellos dentro de las granjas donde permanecen encerrados entre sus propios desechos.
Las cerdas se preocupan y darían todo por defender a sus crías y como cualquier madre sufren mucho cuando son separadas de ellos. También emiten diferentes tipos de vocalizaciones, entre ellas una para llamar a sus cerditos y estos pueden reconocer esta llamada con apenas 36 horas de nacidos [1].
Pero en las granjas industriales, encerrada en las jaulas de gestación, estas madres no pueden siquiera cuidar de sus recién nacidos, a quienes a menudo aplastan y terminan matando debido a las limitaciones de espacio.
La frustración y el estrés las lleva a morder los barrotes metálicos de las jaulas y a golpearse la cabeza contra ellos. Finalmente, tras haber soportado tantas privaciones y sufrimiento son matadas cuando ya la industria no las considera productivas.
Sus crías sufrirán el mismo destino en este ciclo interminable de crueldad.
GALLINAS
El uso de jaulas en la industria del huevo es también una de las práctica más crueles. Para reducir espacio y aumentar la producción, las gallinas son forzadas a pasar su vida en un espacio de 21 x 29 cms.
Comportamientos básicos para las gallinas como extender las alas, caminar libremente y estirar las patas, escarbar, echarse y bañarse con tierra, jamás los pueden realizar dentro de las jaulas.
En libertad las gallinas pueden establecer complejas jerarquías sociales. Cada una de ellas conoce su rango en la pirámide social y esto les permite vivir en armonía. Al momento de realizar una tarea siguen las instrucciones del miembro dominante del grupo.
En estos espacios superpoblados, las gallinas son incapaces de desarrollar jerarquías sociales o de escapar a comportamientos de acoso. A menudo son aplastadas o pisoteadas por otras en la misma jaula.
España es el país con más animales enjaulados de la Unión Europea. En Europa el 53% de las gallinas viven en jaulas, una cifra pequeña en comparación con el 77% que siguen confinadas en España.
2.La crueldad de la industria de la leche
Para que una vaca pueda producir leche debe estar embarazada, pero para que la industria pueda embotellar y vender esa leche tiene que evitar que sus terneros la beban, y por eso son arrancados de ella a pocas horas del nacimiento.
Las vacas son animales sensibles e inteligentes y sufren mucho cuando les hacen esto una y otra vez tras cada embarazo a lo largo de toda su vida. Además son muy empáticas, lo cual significa que pueden ponerse en el lugar de otros, comprender su dolor o preocupación y sentirlo como si fuera el propio.
Dentro de las granjas lecheras, es común ver a las vacas lamentarse por días tras ser separadas de sus hijos. El sufrimiento que esta separación ocasiona a la cría y la madre es difícilmente imaginable.
Este es el mayor problema en el que se centran las explotaciones lácteas a nivel mundial. Como industria, reconocemos que es algo difícil de asimilar para los consumidores.
Abi Reader, miembro de la junta directiva de la National Farmer’s Union (NFU) de Gales.
3.La dura realidad del animal más matado en el mundo
Los pollos broiler han sido seleccionados genéticamente por tres sencillas razones: para que crezcan más rápido, ser sacrificados en grandes cantidades y ser vendidos como carne barata.
Es el animal más consumido en el mundo y la selección genética tiene un alto precio para su salud. Sus músculos crecen velozmente pero su corazón, pulmones y patas no y desarrollan deformidades y graves enfermedades.
Debido al crecimiento desproporcionado sus patas no logran soportar el peso. Muchos no pueden mantenerse de pie y mucho menos caminar, y mueren en las granjas echados tras agonizar por días de hambre y sed.
De acuerdo con Lori Marino, neurocientífica y experta en comportamiento e inteligencia animal, los pollos pueden aprender por observación y en términos emocionales tienen la capacidad de conmoverse ante las emociones de otros, siendo este el principio psicológico de una forma simple de empatía [2].
Los pollos tienen emociones negativas y positivas complejas, así como una psicología compartida con los humanos y otros animales etológicamente complejos. Muestran contagio emocional y algunos indicios de empatía.
Lori Marino, neurocientífica y experta en comportamiento e inteligencia animal, directora ejecutiva del Kimmela Center for Animal Advocacy.
Entre la amplia gama de ejemplos científicamente documentados de comportamientos cognitivos, emocionales, comunicativos y sociales complejos en pollos identificados por Marino, se encuentra que los pollos tienen personalidades distintas, como todos los animales, que son individuos cognitiva, emocional y conductualmente complejos.
Pero siendo todavía crías, a los 40 días de vida son sacrificados.
Sufren cada instante de su vida, incluso al final de ellas soportan el miedo que les provoca ser transportados fuera de las granjas por primera vez y el dolor cuando son manejados con violencia en el matadero y les quiebran sus patas deformadas y débiles al colgarlos para degollarlos.
Muchos de ellos son matados plenamente conscientes porque el ritmo acelerado de la matanza provoca que con frecuencia no sean aturdidos eficazmente.
De estos animales que solo conocieron el sufrimiento proviene la carne que se vende en las bandejas de los supermercados.
¿Cómo puedes cambiar la realidad que viven estos animales?
Los animales encerrados en jaulas sufren una gran angustia psicológica y física, ya que se ven obligados a vivir en condiciones deplorables.
La industria ganadera somete a estos animales a una existencia miserable que permanecería oculta de no ser por el trabajo de los investigadores.
Apoya este trabajo que es la piedra angular de nuestros esfuerzos. Es gracias a las investigaciones que estamos logrando los cambios de leyes más progresistas del mundo para los animales.
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FUENTES
[1] The bases of sow-piglet identification. 2. Cues used by piglets to identify their dam and home pen
[2] Thinking chickens: a review of cognition, emotion, and behavior in the domestic chicken.