La verdad tras los sellos de «bienestar animal»
No ha sido aleatorio, desde que la sociedad ha comenzado a mostrar cada vez mayor preocupación por la realidad de los animales en las granjas y la industria no ha tardado en responder.
Las declaraciones públicas corporativas en materia de bienestar animal aumentan la intención de compra de muchos consumidores.
«En una encuesta del Eurobarómetro1 dedicada a las actitudes de los europeos hacia los animales, el 82 % de los participantes respondieron que el bienestar de los animales en granjas debería protegerse mejor y +70% desearía tener más información sobre las condiciones de los animales en las granjas» 2
Nos encantaría poder decir que lo ha hecho introduciendo importantes mejoras en sus sistemas de producción pero la realidad es que, en la gran mayoría de los casos, su respuesta ha llegado en forma de «sellos» que certifican una supuesta condición de «bienestar animal».
Desafortunadamente, estos «sellos» poco o nada han cambiado la situación de los animales en las granjas. Sin abordar la raíz de los problemas más acuciantes de bienestar animal.
Esto no hace más que generar mayor confusión entre la población y hoy desde aquí nos gustaría arrojar un poco de luz frente a tanta desinformación.
Empecemos por el principio.
Crece la preocupación social por el bienestar animal
Cuando decimos que viene de lejos no lo decimos porque sí. Ya en 2016, se publicaban los resultados del Eurobarómetro3 sobre el bienestar animal que mencionamos anteriormente.
Muy destacables para la industria cárnica debieron de ser dos resultados: el 59% estaría dispuesto a pagar más por productos respetuosos con el bienestar animal y una creciente mayoría (57%) demostró que las etiquetas identificándolo influyen en sus decisiones de compra.
En conjunto, el estudio reflejó que hay una tendencia creciente entre los ciudadanos de dar una mayor importancia al bienestar de los animales en las granjas y a realizar cambios en sus decisiones de compra.
Este no ha sido el único análisis. Un sondeo de la Organización Interprofesional del Huevo4 (Inprovo) declaró que la información que más valoran encontrar los consumidores de huevos es sobre el bienestar animal, de hecho, un 54,3% estaría dispuesto a pagar al menos un incremento de un 10% a un 30% si le garantizaran un mayor bienestar de las gallinas.
¿Y qué ha pasado desde entonces?
El boom de los sellos de bienestar animal
Es difícil enumerarlos a todos, tanto en España como en el resto del mundo, las certificaciones en bienestar animal han ido proliferando de forma aleatoria, sin un órgano regulador independiente que los avale y garantice que sus granjas, mataderos y productos cumplen con las expectativas que generan en el público.
Detrás de la mayoría de estos mal llamados “sellos de bienestar” se encuentra la propia industria cárnica, algo totalmente contradictorio porque ¿puede una industria auto-certificarse? Parece que puede, a la vista está, pero ¿qué credibilidad tienen estas certificaciones?
Los parámetros en los que supuestamente se basan estos sellos son los definidos por la Unión Europea5 y a los que la propia U.E. señala como mínimos sobre los que cada país deberá trabajar para su ampliación y mejora.
Pero volviendo a los manidos sellos, ¿qué hay de verdad en lo que afirman? En nuestras investigaciones, hemos podido constatar que en la mayoría de los casos se trata de operaciones de marketing para limpiar su imagen.
A esas conclusiones hemos llegado analizando los requisitos que ellos mismos se exigen en los sellos que simplemente, en la mayor parte de los casos, consiste en cumplir la ley, sin más.
Por poner un ejemplo de entre los muchos que hay hoy, el sello “Compromiso Bienestar Certificado” creado por la propia INTERPORC, la Interprofesional del sector porcino. El reconocido veterinario Alfonso Senovilla, lideró un informe6 analizando sus bases en profundidad publicado en 2020.
El análisis veterinario concluye que la obtención del sello no asegura que la explotación tenga en cuenta el bienestar de los animales. Siendo en la mayoría de los casos una simple transposición de la obsoleta legislación en vigor.
Como puedes comprobar, en muchos casos, ni tan siquiera es necesario destacar las irregularidades, que abundan, sino sencillamente fijarnos en los sistemas actuales de cría intensiva de las granjas industriales para saber que en semejante sistema, que abusa al máximo de los animales para obtener el mayor rendimiento, el bienestar animal nunca podrá existir: Algunos ejemplos para ilustrar esta afirmación:
- Animales libres para expresar un comportamiento propio de su especie y espacio suficiente para hacerlo. Resulta difícil imaginar de qué modo una cerda enjaulada en una maternidad durante semanas puede expresar un comportamiento natural para con sus crías, a las que ni tan siquiera puede alcanzar.
- Animales libres de dolor y sufrimiento. Que esto sea compatible, por poner un ejemplo, con la castración sin anestesia de los cerditos recién nacidos es a todas luces una incongruencia.
- Animales libres de hambre y sed. En nuestras investigaciones en granjas de cría intensiva de pollos, pudimos comprobar cómo el sistema de alimentación deja a los más débiles morir de hambre y sed al ser incapaces de alcanzar los bebederos y comederos a medida que ascienden o también por las dificultades de movilidad debido a su tamaño y al hacinamiento.
- Animales libres de miedo y angustia. Seguro que te viene a la mente la situación de las vacas en la industria láctea, cómo sufren durante la separación de sus terneros al poco de nacer.
Podríamos seguir, pero queda claro que aún siendo las recomendaciones de la UE bastante básicas y laxas, ni tan siquiera estas se alcanzan.
¿Qué estamos haciendo en Igualdad Animal para cambiar la situación?
Nuestros compañeros de incidencia corporativa nos cuentan cómo estamos trabajando para que las empresas no hagan campañas de publicidad sobre el bienestar animal sino que incorporen políticas reales que mejoren la vida de los animales criados en las granjas.
Por ejemplo con el Compromiso Europeo del Pollo (ECC), una serie de criterios de bienestar acordados por las treinta principales organizaciones animalistas de Europa a cumplir antes de 2026 por parte de las empresas que operan en la UE.
Gracias a nuestro trabajo global ya se han sumado a este compromiso empresas tan importantes como IKEA, Pizza Hut, ALDI, Telepizza, UDON, Subway, El Corte Inglés, Alcampo, Eroski, La Cocinera, Viena Capellanes, Findus, Danone, Unilever, Nestlé, Papa John’s, Aramark, Sodexo o Compass.
Este compromiso solicita 6 elementos para mejorar la vida de los pollos criados para producir carne. La industria utiliza razas de crecimiento rápido, haciendo que los animales engorden lo máximo posible en el mínimo tiempo. Uno de los puntos más importantes de este compromiso es poner fin a este maltrato animal.
Por otro lado, el departamento de Relaciones Corporativas se encuentra con empresas que escriben en sus webs políticas de bienestar animal pero no quieren hacer un compromiso público.
Un compromiso de este tipo supone una fecha para alcanzarlo e informar cada año de su progreso, entre otras cosas, lo que conlleva un compromiso real y una garantía de que las empresas no vuelven a prácticas causantes de los problemas más acuciantes de bienestar animal.
Y es ahí donde radica parte de nuestro trabajo desde Igualdad Animal, en alcanzar cambios que sean reales para los animales que tanto padecen en las granjas industriales.
Este artículo nace gracias al trabajo de una parte importante del equipo de Igualdad Animal: Paula Toral, Irene Rivero, Carolina Gil-Castaldo, Daniel Martín, Mónica Arias y por supuesto Javier Moreno.
Nuestro trabajo solo es posible gracias al apoyo de miles de personas como tú. Ayúdanos a seguir adelante.
EN SOLIDARIDAD
Los pollos son animales emocionalmente complejos, capaces de sentir empatía y establecer vínculos especiales con sus congéneres. Protege a estos animales sensibles y sociales eligiendo alternativas vegetales.
FUENTES:
- 1. Datos Eurobarómetro
- 2. Noticias del Parlamento Europeo
- 3. Sumario resultados Eurobarómetro
- 4. Sondeo Inprovo
- 5. UE – Animal welfare
- 6. Informe veterinario de análisis del sello creado por la industria