Mi experiencia como investigador

El testimonio de Ariel Nessel

¿Has pensado alguna vez en lo que siente un investigador cuando al mirar a los ojos a los animales aterrorizados en granjas y mataderos?

¿Te imaginas lo que piensan en ese preciso instante?

Alguien muy especial, que nos apoya fervientemente, lo experimentó en primera persona al unirse a nuestro equipo de investigación en la India para documentar el interior de las granjas y mataderos del país.

Lo que vio y experimentó está recogido en este vídeo.

Cada vez que los investigadores de Igualdad Animal se infiltran en granjas y mataderos de todo el mundo, se exponen a un gran peligro.

Pero a pesar de los riesgos y el estrés emocional que conlleva este trabajo, siguen volviendo a esos horribles lugares, porque creen que el primer paso para cambiar la realidad es conocerla y afrontarla.

Dedican su vida a los animales inocentes que son maltratados por la industria de la carne. Se han propuesto contar sus historias a todos los que sean lo suficientemente valientes como para escucharlas y ayudar a crear un mundo mejor.

Están ahí fuera ahora mismo, recogiendo las pruebas que inspirarán el cambio del mañana. Pero te necesitamos a ti para mostrar al mundo lo que encuentran y seguir iluminando la oscuridad de estos horribles lugares.

¿Quién es Ariel Nessel?

Ariel Nessel es un filántropo y empresario estadounidense que cree firmemente en la bondad de las personas como el recurso más poderoso para construir un mundo más amable y compasivo.  

Ha apoyado nuestro trabajo y nuestra misión durante muchos años y, por ello, se ha unido a Igualdad Animal en varias ocasiones, en México y en la India, para documentar lo que ocurre tras las puertas de las granjas y los mataderos y dar testimonio del sufrimiento causado por la ganadería industrial. 

Ariel fue testigo de primera mano del sufrimiento de los animales de granja. Le impactó ver cómo un país que siempre ha tenido tanto que enseñar sobre la compasión y la bondad ha sido víctima de un sistema cruel en el que no hay lugar para la empatía o la piedad. 

«Visitar estos lugares me produce una inmensa gratitud hacia los investigadores. En algún momento nuestra seguridad estuvo en peligro, y me di cuenta de que estos investigadores pasan por esto casi todos los días’. – Ariel Nessel»