Sudáfrica condena a las avestruces

Al menos 10.000 avestruces condenadas para consumo humano han sido matadas hasta la fecha debido a un brote de gripe aviar declarado en el suroeste de Sudáfrica el 9 de abril, informó recientemente el Ministerio de Agricultura, añadiendo que no sé sabe el número final de aves que serán matadas por esta causa, pues el brote no ha sido erradicado.
La Administración sudafricana calcula que cerca al 70 por ciento de la producción de carne de avestruz, que se encuentra en la provincia del Cabo Occidental, se encuentra afectada por la enfermedad, lo que ha llevado a paralizar las exportaciones de carne de avestruz, según informó hoy la agencia local de noticias Sapa.
El brote, detectado el pasado 9 de abril en varias granjas de avestruces de la provincia del Cabo Occidental, se ha propagado en las últimas semanas por la zona poniendo en peligro la población de ese animal, que se destina a la producción de carne, pieles y plumas. Obviamente, todos los individuos ya estaban en peligro nada más nacer, siendo condenados al matadero.
No en vano, se aprovecharán sus cadáveres igualmente: los animales serán procesados y las pieles y plumas, tras ser tratadas, irían al mercado local, mientras la carne se podría dedicar a la producción de piensos, según el Departamento de Agricultura.

PROTEGE A LAS FAMILIAS
Incluso antes de salir de sus huevos, los patitos se comunican con sus familias. Protege a estas familias eligiendo alternativas vegetales.
Realmente, puede que cueste asumir la crueldad de esta noticia para tantos individuos, no es para menos. Sin embargo, no hay diferencia alguna con la situación a la que sometemos a cientos de millones de aves en nuestro país. Gallinas, pollos, especialmente, pero también pavos, patos, incluso, avestruces, son matados injustamente e innecesariamente para consumo de carne, huevos, plumas y piel. Se justo con todos los animales, vive vegano.
El texto original ha sido editado, por ejemplo, se ha substituido “sacrificar” por “matar”, tratando proponer un punto de vista más cercano a los animales, eludiendo los comentarios o formalismos discriminatorios con los animales, haciendo constar que los animales no son objetos, sino individuos con intereses en vivir, no sufrir y disfrutar sus vidas libremente.