400 animales del zoológico de La Muela, al borde de la inanición
Dejarán de tener alimentos en menos de 15 días y llevan tiempo sin medicinas.El consistorio inicia contactos para intentar evacuarlos hacia otros centros.
La Muela afronta un problema de calado: el Aviapark, el único núcleo zoológico autorizado de Aragón, solo dispone de alimentos para un máximo de quince días después de llevar semanas sin medicamentos para tratar a los animales, lo que ya ha hecho que muera alguno de ellos –caso de un cuervo africano de cuello blanco– por no poder ser desparasitado.
El nuevo equipo de gobierno municipal está decidido a cerrarlo por no poder mantenerlo. “Hemos iniciado los contactos para evacuar a los animales”, señaló la alcaldesa, Marisol Aured, que anotó que “las posibilidades de alimentación dan solo para quince días” antes de añadir que “los salarios de la plantilla municipal son prioritarios frente al mantenimiento de las sociedades municipales y los museos”.
La situación del Aviapark, que el año pasado recibió 8.000 visitas y en lo que va de este supera las 5.000, ya ha llegado a conocimiento del Departamento de Medio Ambiente de la DGA y del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. Esta semana, el equipo de gobierno anunció a sus responsables la intención de cerrar el parque.
Sin embargo, esa operación no es sencilla. Entre los casi 400 animales que alberga hay, además de aves exóticas, un caimán, boas, tortugas gigantes, ponies, cerdos vietnamitas, cabras enanas, dos puercoespines, doce muflones, dos maras de la Patagonia, coatis, perros de las praderas, cinco gamos –uno de un mes–, 18 pécaris de collar blanco y cuatro antílopes cobús. Son, en su mayoría, especies alóctonas o exóticas, lo que impide soltarlas; y tampoco pueden ser trasladadas al centro de fauna salvaje de La Alfranca porque solo puede acoger animales silvestres autóctonos. Y tanto la suelta como el abandono constituyen delitos.
La plantilla del parque, integrada por ocho empleados de la Sociedad Cultural y dos del ayuntamiento –además del veterinario que lo dirige–, llevan mes y medio sin cobrar. A pesar de ello, han conseguido mantener vivo el complejo al lograr que Mercazaragoza les suministre verdura, carne y pescado; que la Base Aérea haga lo propio con el pan, que la guardería de La Muela les haga llegar desechos de pasta –los comen los jabalíes– y restos de pastelería y que algunos voluntarios lleven fruta y otros productos. El poco pienso que llega al Aviapark procede de la clínica veterinaria del director.
El parque, que lleva cinco meses produciendo su propia electricidad con un generador, se ha visto obligado a criar ratas y gusanos para poder alimentar a algunos animales. También administran los huevos que ponen varias gallinas.
Fuentes conocedoras del funcionamiento del complejo cifraron en unos 1.500 euros –más las nóminas– su coste mensual. Parte de ese dinero lo han puesto los propios trabajadores en los últimos meses.
El precedente temporal más cercano en España al Aviapark es el del complejo Río Safari de Elche, cuyos 460 animales exóticos llevan más de un año siendo realojados en otros complejos zoológicos dentro de un proceso que todavía tardará unos meses en finalizar. Varios de ellos, como los antílopes, los pecarís, las maras y los gamos, fueron trasladados a La Muela, donde, desde hace unas semanas, afrontan un incierto futuro.