La historia de una chica, su perro y un vídeo de un ternero
Alicia espera su turno en la cola de la hamburguesería, como hace habitualmente un par de veces a la semana. Sin que ella lo sepa, está a punto de sucederle algo que nunca le había pasado.
Como siempre, Alicia tiene pensado pedir una hamburguesa doble, una ración de patatas fritas y un refresco. Mientras espera, escucha su playlist favorita de Spotify, que le ha costado varios meses completar.
Esta noche la hamburguesería está especialmente llena y la cola avanza despacio. No queda otra que ser paciente, pero ella empieza a pensar en su perro, Milton, que le espera en casa.
«De manera furtiva, Alicia se pasa la mano por la mejilla enjugándose las lágrimas, esperando que nadie lo haya visto.»
Para entretenerse, Alicia empieza a mirar su Instagram, comprobando qué han subido sus amistades. Aprovecha el momento para hacerse una foto y subirla a su propia cuenta.
En ese momento y de forma inesperada Alicia se encuentra con un vídeo subido por una amiga. En él, un pequeño ternero recién nacido es separado de su madre con violencia. Aterrorizado, el ternero se queda muy quieto en el lugar a donde el granjero lo arrastra. Todavía húmedo tras nacer, el pequeño animal tiembla visiblemente.
A unos metros, su madre lo observa, atrapada en un recinto vallado, sin poder acercarse a él para lamerlo, reconfortarlo y alimentarlo. Muge desesperada llamándolo, pero el recién nacido ternero es incapaz de moverse.
El vídeo ha sido grabado por una organización de protección animal para concienciar a consumidores como Alicia sobre el terrible maltrato animal que supone la industria cárnica.
Alicia ha quedado en shock. Nunca había visto las reacciones de los animales de granja en manos de la industria de la carne. De manera furtiva se pasa la mano por la mejilla enjugándose las lágrimas, esperando que nadie lo haya visto.
En ese momento, como en un sueño, oye una voz que se dirige a ella. Alicia alza la mirada de su móvil, y se da cuenta de que la cajera le está preguntando a ella. Se quita los cascos y la cajera repite la pregunta: «¿qué vas a pedir?»
Alicia se queda inmóvil, sin poder reaccionar. En su mente se mezclan las imágenes del vídeo que acaba de ver con las de su perro Milton esperándola en casa. Levanta la mirada y ve la imagen de la hamburguesa doble en el panel de menús.
La cajera, ante su indecisión, vuelve a preguntarle: «¿sabes ya lo que quieres?».
Alicia, nerviosa y sin saber qué hacer, repasa el panel de opciones con la mirada. De pronto, descubre una opción en la que nunca se había fijado: Hamburguesa Vegetal. Su mirada va una y otra vez de la imagen de la hamburguesa vegetal a la hamburguesa doble de carne.
Indecisa, no sabe qué pedir. En su mente algo ha cambiado, es la primera vez que algo así le pasa.
Mientras tanto, en la calle, los coches circulan y las personas caminan y el bullicio de la ciudad lo envuelve todo en su continuo fluir.
Y en casa, Milton espera sentado ante la puerta de entrada, deseando que Alicia llegue para ser acariciado y sentirse querido.
Porque, en definitiva, ¿no es eso es lo que quieren todos los animales?
Si quieres saber cómo ayudar a los animales, suscríbete ahora a nuestro e-boletín y recibirás de forma gratuita las mejores noticias de actualidad sobre los animales y las mejores opciones de alimentación.