Condena de prisión para trabajadores que mataron salvajemente a 79 cerdos
Dos trabajadores de una granja han sido condenados a más de un año de prisión por haber matado por aplastamiento a 79 cerdos en edad lactante en Almería, sur de España. El hecho ocurrió en enero de 2016 y, según información suministrada por el Seprona, los dos empleados cerraron el paso a los animales en el momento en que eran trasladados a otro módulo, dejando a los aterrorizados bebés sin ninguna escapatoria posible.Noticia relacionada: Caso El Escobar: un año de cárcel y tres de inhabilitación para maltratadores
Mientras uno de los trabajadores grababa con su móvil, el otro saltaba salvajemente sobre los cerdos una y otra vez aplástandolos con todo su peso. Así fue como mataron a los 79 cerdos y, luego, difundieron las imágenes vía Whatsapp, pero estas llegaron a los dueños de la granja quienes interpusieron la denuncia.
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«Los animales no se podían apartar porque estaban acorralados y fue una actuación cuyo resultado lesivo era claramente previsible, además de degradante y ofensivo, por no hablar del sufrimiento, ya que tardaron en morir varios días», manifestó en su momento el fiscal. A pesar de que los dos empleados y sus defensas pusieron en tela de juicio que los saltos sobre los lechones fueran la causa de la muerte, el magistrado lo contradice dando la razón al veterinario y al propietario de la granja que dan por sentado que la muerte de los animales se produjo como consecuencia de los traumatismos provocados por los golpes. Resalta, además, que de acuerdo a los informes del veterinario, el joven se debe haber abalanzado en más ocasiones sobre los cerdos, aunque el vídeo sólo recoge tres saltos.
El juzgado ha impuesto la misma pena tanto al autor material de los hechos como al que los grabó porque este último tenía un año trabajando en la empresa y era el «responsable y garante de la vida e integridad de los animales», razón por la cual se considera autor de un delito agravado de maltrato animal por omisión. Ambos han sido inhabilitados para trabajar con animales durante tres años y medio y tendrán que pagar casi 5.000 euros a la empresa para la que trabajaban.
El juez ha resaltado en su sentencia la «repulsión» de las escenas grabadas y niega categóricamente que la acción fuera sólo «una payasada» de chicos, como lo declaró uno de los empleados, «sino una verdadera acción injustificada de maltrato».
Es necesario una reforma en el código penal para que este tipo de actos tengan una pena mayor porque con la actual legislación, al no tener antecedentes, los maltratadores quedan impunes y no entran en prisión.
Fuentes: