500 personas mostraron a las víctimas de la ganadería industrial
En total silencio, para recordar a los miles de millones de animales que cada año mueren en manos de la industria ganadera, junto a 500 personas conmemoramos el Día Internacional de los Derechos Animales en una protesta en pleno centro de Madrid como lo venimos haciendo cada año desde 2008. Los participantes llegaron de diversas partes de España y del extranjero para unirse todos en una sola voz y expresar un único y claro mensaje: los animales también son merecedores de respeto y consideración. Algunos de ellos sostuvieron por espacio de una hora carteles con imágenes de animales obtenidas a lo largo de más de diez años de investigaciones dentro de granjas y mataderos, mientras que en la primera fila, varias personas sujetaron cadáveres reales de los animales más maltratados por la industria cárnica. Javier Moreno, uno de nuestros cofundadores y director en España, leyó un emotivo manifiesto en el que expuso el sufrimiento de los animales destinados a consumo que, a pesar de no ser diferentes a los perros y gatos con los que convivimos, «son condenados al peor infierno imaginable». De igual manera, Moreno aprovechó para recordar las devastadoras consecuencias de un modelo alimentario tan obsoleto como el actual basado en la ganadería industrial: «La ganadería industrial no solo es responsable del peor maltrato animal conocido, es la principal responsable de la destrucción del planeta, por eso es necesario que tanto los gobiernos como las empresas y la ciudadanía apostemos por un modelo alimentario más justo, más ético y más sostenible».
Tan solo en España, cada año mueren 600 millones de pollos, 40 millones de cerdos y 30 millones de conejos en las granjas y mataderos cada año. La protesta tuvo también entre sus objetivos hacer visibles a todos los animales que sufren cada día en estos terribles lugares, para que cada vez más personas sean conscientes de ellos y del poder que tienen sus decisiones de consumo en transformar la vida de todos estos animales.