Foie Gras: cerca de la prohibición definitiva en Reino Unido
Desde hace años, Igualdad Animal trabaja en todo el mundo para que se prohíba el foie gras, un alimento considerado “de lujo” pero que en realidad esconde un trato extremadamente cruel hacia los animales. Para obtener foie gras, los patos y gansos son alimentados a la fuerza, pero ¿qué significa esta práctica?
A los patos y gansos se les inmoviliza y se les introduce un tubo metálico por la garganta, a través del cual se les alimenta a la fuerza con grandes cantidades de pienso; esta práctica, que se realiza a diario durante 10-15 días, hace que sus hígados “exploten” hasta tal punto que pueden pesar hasta 10 veces más que el hígado de un animal sano en el momento del sacrificio.
Hacia la prohibición del foie gras en el Reino Unido
La producción de foie gras ya está prohibida en el Reino Unido, pero a pesar de ello, empresas como supermercados o restaurantes siguen pudiendo importarlo del extranjero; cada año se siguen importando cerca de 200 toneladas de foie gras al país.
El Reino Unido ya ha sido pionero en varias leyes de protección de los animales y hace unos meses expresó su apoyo a una posible prohibición de la alimentación forzada, por lo que creemos que la posibilidad de lograr este importante objetivo es muy real y hemos escrito una carta a los representantes de las instituciones británicas para solicitar una postura clara y definitiva contra la alimentación forzada y, por consiguiente, la importación de foie gras.
Lee la carta que enviamos a los representantes de las instituciones políticas del Reino Unido:
Honorable George Eustice y Lord Goldsmith de Richmond Park
Cámara de los Comunes, Londres, SW1A 0AA
Miércoles 1 de septiembre de 2021
Honorable George Eustice*, Honorable Lord Goldsmith*,
Legisladores, políticos y activistas de todo el mundo consideran al Reino Unido como un ejemplo de sociedad progresista en muchos aspectos.
Las instituciones políticas del Reino Unido tienen un largo historial de progresos de gran alcance, y muy a menudo los avances logrados por el país han inspirado a miles de figuras políticas de todo el mundo para lograr resultados igualmente significativos en sus propios países.
Históricamente, cualquier progreso realizado en el Reino Unido siempre ha allanado el camino para el progreso en otras naciones.
El tema de la protección de los animales no es una excepción.
Fue en 1822, hace casi dos siglos, cuando el Parlamento británico aprobó una de las primeras leyes de protección de los animales, la “Ley para prevenir el trato cruel e inadecuado del ganado”.
Muchos otros proyectos de ley importantes siguieron este primer ejemplo, como la primera Ley de Crueldad con los Animales de 1835 (que incluía animales como toros, perros, osos, cabras y ovejas y prohibía las peleas de gallos y el bear-baiting, una lucha sangrienta entre perros y osos. A esto le siguió la Ley de Crueldad con los Animales de 1876, que establecía límites estrictos a la vivisección e introducía cargos penales para quienes no la cumplieran.
Más recientemente, la Ley de Bienestar Animal de 2006 elevó el listón aún más (imponiendo a los cuidadores de animales la obligación de tomar todas las medidas necesarias para garantizar el bienestar de los animales y estableciendo diferentes delitos para quienes infligen sufrimiento a los animales).
Sobre el papel, las leyes del Reino Unido se consideran pioneras en materia de derechos de los animales.
Por eso nos complace ver que el plan de acción del Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (DEFRA) afirma que está “explorando la prohibición de la venta de foie gras” y, mientras en todo el mundo esperamos esta prohibición, acogemos con satisfacción la introducción del proyecto de ley sobre la sensibilidad de los animales, una ley que reconoce formalmente a los animales como los seres sensibles y pensantes que son.
Si el Reino Unido quiere seguir siendo reconocido como líder mundial en legislación sobre bienestar animal, no puede seguir apoyando económicamente torturas como la alimentación forzada de patos y gansos para la producción de foie gras, una práctica considerada cruel por la comunidad científica y que obliga a los animales implicados a sufrir innecesariamente.
Esta hipocresía debe terminar.
Nosotros, los abajo firmantes y las comunidades internacionales que representamos, expresamos nuestro apoyo a los más de 225.000 ciudadanos británicos que le instan a prohibir este cruel producto en el territorio del Reino Unido.
Esta prohibición, que debería haberse producido hace tiempo, necesita su atención inmediata.
Contamos con ustedes para hacer realidad este logro histórico para los animales.
Saludos cordiales,
Sharon Núñez Gough – Presidenta de Igualdad Animal Internacional
José Valle – Vicepresidente de Igualdad Animal Internacional
Matteo Cupi – Vicepresidente de Igualdad Animal Europa
Carla Lettieri – Directora Ejecutiva de Igualdad Animal en Brasil
Silvia Barquero – Directora Ejecutiva de Igualdad Animal en España
Amey Deshmukh – Director Ejecutivo de Igualdad Animal en India
Alice Trombetta – Directora Ejecutiva de Igualdad Animal en Italia
Dulce Ramírez – Directora Ejecutiva de Igualdad Animal en México
* George Eustice, Secretario de Estado de Medio Ambiente, Reino Unido
* Lord Goldsmith, Ministro de Bienestar Animal del Reino Unido
Los dos representantes de las instituciones a las que dirigimos nuestra carta –George Eustice, Secretario de Estado de Medio Ambiente del Reino Unido, y Lord Goldsmith, Ministro de Bienestar Animal del Reino Unido– se han pronunciado recientemente sobre el tema.
George Eustice ha hecho recientemente declaraciones que muestran un escaso compromiso con la prohibición, mientras que Lord Goldsmith se ha mostrado partidario de prohibir el foie gras “en los próximos meses”.
Junto con nuestros compañeros de Reino Unido, que llevan años trabajando sin descanso para conseguir la prohibición del foie gras, hemos decidido que no podemos permitir que el gobierno británico siga dando largas a esta importante cuestión.
En los últimos dos años, Igualdad Animal ha recogido firmas de más de 225.000 ciudadanos que quieren que se ponga fin a esta crueldad.
Una prohibición en el Reino Unido de la importación de productos alimentados a la fuerza enviaría un mensaje contundente a la industria y a las instituciones de otros países de que no podemos seguir permitiendo que se siga torturando a los animales de esta manera.
Ha llegado el momento de que las instituciones asuman su responsabilidad ante esta problemática, pero nunca habríamos llegado a este momento decisivo sin el increíble trabajo de quienes dialogan cada día con las instituciones para mejorar la vida de los animales. Tú también puedes apoyar nuestro trabajo para lograr estos cambios históricos para los animales.
Junto a ti somos imparables en defensa de los animales.