Pedimos 3 años de cárcel para los acusados de “la granja de los horrores” grabada con Salvados
La Fundación Igualdad Animal, que ejerce la acusación popular en el procedimiento penal contra los dueños de “la granja de los horrores”, grabada junto al programa Salvados, reclama imponer a cada uno de los acusados la pena de un año de prisión e inhabilitación de tres años para el ejercicio de profesión relacionada con animales, por cada uno de los delitos de maltrato animal cometidos.
Aunque la pena total a imponer asciende a 14 años de prisión y 42 de inhabilitación, el máximo de cumplimiento efectivo de la condena no podrá exceder del triple del tiempo por el que se imponga la pena más grave, esto hace un total de tres años de prisión y nueve de inhabilitación.
Según informa la agencia EFE, el Ministerio Fiscal, por su parte, solicita en sus conclusiones provisionales (a las que Igualdad Animal todavía no ha tenido acceso) 18 meses de prisión para cada uno de los hermanos Carrasco, propietarios de la granja ubicada en Alhama de Murcia y que suministraba a El Pozo. Pide también en su escrito que sean inhabilitados para ejercer cualquier tipo de actividad que tenga que ver con la cría de cerdos o la tenencia de animales.
Según EFE, la Fiscalía considera que se trata de un delito continuado y que los cerdos en estas instalaciones no recibían las atenciones necesarias para cuidar de su vida y su salud y que se encontraban en condiciones precarias de higiene, alimentación y salubridad, mostrando indicios evidentes de dejación y abandono.
«Cada vez hay menos dudas acerca de que los animales son seres sintientes con intereses propios y así lo han interpretado en el pasado algunos Juzgados de lo Penal de Cáceres y Mérida, así como las Audiencias Provinciales de Navarra y Valladolid, en casos en los que han condenado por delitos de maltrato animal en vez de un delito continuado. Además, la reciente Ley 17/2021, que modificó distintas leyes de Derecho Civil, establece que la naturaleza de los animales es distinta de la de los bienes, los define como “seres vivos dotados de sensibilidad” y afirma que no se les deberá tratar como cosas cuando la legislación vigente sea compatible con su régimen jurídico particular. Por tanto, no cabe duda que, en tanto que seres sensibles, procede aplicar el concurso real de delitos e imponer penas individuales por cada uno de los maltratos cometidos, en vez de la continuidad delictiva».
Los abogados de Igualdad Animal
«Los responsables de las atrocidades que documentamos junto a Jordi Évole y su equipo de Salvados en esta granja que suministraba a El Pozo no pueden quedar impunes. Estamos ante el mayor escándalo de la historia en España sobre maltrato en granjas industriales y los responsables directos deberían entrar en prisión» Javier Moreno, cofundador de Igualdad Animal
Javier Moreno, cofundador de Igualdad Animal
Animales muertos, deformados, con hernias. El escándalo de “la granja de los horrores” finalmente será juzgado.
El domingo 4 de febrero de 2018 Salvados emitió el programa “Stranger Pigs” dedicado a la industria cárnica española que incluía las imágenes grabadas en la granja de cerdos de Murcia. Esta grabación mostraba la terrible situación de los animales en las instalaciones; animales con hernias tan grandes que no podían ni moverse, animales deformados y muertos, e incluso escenas de canibalismo.
Igualdad Animal interpuso entonces una querella contra los hermanos Carrasco, propietarios de la granja y contra CEFUSA (dónde está integrada El Pozo).
La Audiencia Provincial de Murcia encontró indicios suficientes para llevar a los propietarios a juicio, citando como indicios de criminalidad la declaración del cámara de Salvados, la declaración del miembro de Igualdad Animal que les acompañó, la labor inspectora de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca, y las propias imágenes del programa, así como las conclusiones de los informes periciales.
Dichas conclusiones establecen que los animales que aparecen en dichas imágenes presentan lesiones compatibles con una situación de maltrato por omisión o negligencia donde no se han tomado las medidas necesarias en el momento adecuado encaminadas a evitar su sufrimiento continuo, siendo abandonados a su suerte hasta que mueren e, incluso, siendo objeto de prácticas de canibalismo por parte de sus congéneres de corral.