El maltrato de la industria láctea en el Metro de Madrid


El maltrato animal que genera la industria láctea se encuentra expuesto en el Metro de Madrid. Bajo el título “¿Dónde está mi madre? La realidad de la industria láctea española”, Igualdad Animal muestra el sufrimiento de los más de 700.000 terneros que cada año son separados, nada más nacer, de sus madres para comercializar la leche de estas.
Las imágenes están ubicadas en las estaciones de Alonso Martínez, Guzmán el Bueno y Canal con un tráfico estimado de 5 millones de personas durante los meses de mayo y junio.
De esta forma, Igualdad Animal hace llegar a la ciudadanía el sufrimiento animal que hay tras los productos lácteos y los abusos constantes a los que la industria láctea somete a las vacas y terneros para obtener la máxima productividad. Una realidad que ha podido documentar en su reciente investigación realizada en 11 granjas de producción de leche del Principado de Asturias.

Nueva Investigación: al descubierto los abusos en la industria láctea
El material gráfico de la investigación, obtenido entre noviembre de 2023 y febrero de 2024, muestra cómo las vacas son golpeadas, encadenadas, sometidas a incesantes ciclos de reproducción para que produzcan leche y separadas de sus crías tras el parto. En algunas de las explotaciones las vacas viven permanentemente atadas y bajo sistemas de electrificación para impedir sus movimientos.
Inseminación artificial y gestaciones constantes
En todas las granjas investigadas las vacas son sometidas a inseminación artificial con semen sexado para incrementar el nacimiento de hembras, a las que utilizan como sustitutas de sus madres. La selección del semen pretende además perpetuar líneas genéticas específicas que producen más leche y benefician a los productores.
Durante la gestación, se sigue explotando a las vacas mediante el ordeño y hasta unos meses antes del siguiente parto.
Una separación tras cada parto
En la mayoría de las explotaciones separan al ternero recién nacido de la madre inmediatamente después del parto impidiendo incluso que beban el calostro, la primera leche producida por la vaca.
Al igual que el resto de los mamíferos, las vacas sólo producen leche tras dar a luz para alimentar a sus crías, por ello tras el parto separan a las vacas de sus terneros para comercializar su leche.
Como muestra la investigación, esta separación que en la mayor parte de las ocasiones sucede de forma violenta, genera un estrés agudo en las vacas, sobre todo en las vacas que no son primerizas y ya han sido separadas de sus terneros con anterioridad. Como muestra la investigación, las vacas resisten activamente la separación de sus crías, mostrando signos de nerviosismo y mugiendo, incluso durante días.

Cada año más de 700.000 terneros son separados de sus madres
Tras la separación de sus madres los terneros son alojados en cubículos aislados y alimentados con alimento sustitutivo de la leche que les es administrado mediante máquinas o cubos, e incluso con tubos largos que se insertan hasta la garganta.
Las imágenes obtenidas durante la investigación muestran cómo en ausencia de su madre los terneros succionan y chupan barras, paredes y las manos de quien se acerca a ellos.
Durante 2024 aproximadamente 762.560 terneros [1] fueron separados de sus madres al poco de nacer en España. A los pocos meses, los machos son enviados al matadero para comercializar su carne, mientras que algunas de las hembras son criadas para reemplazar a sus madres.
Ordeño excesivo y mastitis
El número de ordeños difiere entre las granjas investigadas, en algunas se realiza hasta tres veces al día. Tras el parto y después de más de dos meses de ordeño, las vacas vuelven a ser inseminadas y el ciclo empieza de nuevo.
Una enfermedad común derivada del ordeño continuado durante varios años es la mastitis. Cerca del 30% de las vacas en España padecen en algún momento mastitis debido al ordeño excesivo, la falta de higiene o lesiones en las ubres [2].
Enviadas al matadero con 6 años
Aunque en condiciones favorables las vacas podrían vivir hasta 25 años, en las explotaciones de producción de leche son enviadas al matadero a menudo cuando cuentan con entre 4 y 6 años.
Las principales causas por las que las vacas son descartadas a parte del descenso en la producción de leche son que padezcan dificultades para quedarse embarazadas, durante el parto o cojeras y patologías podales. En España sufren cojera hasta el 55% de las vacas utilizadas para producir leche [3]
389.056 vacas fueron sacrificadas en 2023 en España. Muchas de ellas procedentes de la industria láctea y a una edad muy temprana.
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[1] Informe de coyuntura de vacuno de leche. Diciembre de 2024.
[2] Fuente: Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA)
[3] Revista Frisona Española.