Oso polar muere en un zoo alemán por comerse el abrigo y el bolso de un visitante
Fotografía: Jon Amad para Igualdad Animal
Anton, un oso polar de 25 años, murió en el zoológico de Wilhelma en Stuttgart, después de comerse un abrigo y un bolso que un visitante sin darse cuenta, dejó caer en el recinto donde vivía el animal.
El oso polar se puso enfermo y al cabo de varios días los operarios del zoo se dieron cuenta que Anton escupía trozos de tela. Le suministraron un medicamento para hacerle vomitar. Al principio vomitó varias trozos del abrigo y el bolso, pero su estado de salud empeoró y finalmente falleció.
Andreas Woessner, operario del zoo y encargado del Oso Anton, explicó que ela animal no solía comerse los objetos que caían en su hábitat.
El oso polar ya había ingerido trozos de mochilas y chaquetas en el mes de enero, pero además en la autopsia apareció que había comido un muñeco de trapo.
Antón, que tenía 25 años, murió de heridas severas internas e inflamación.
Este caso es el último en una serie desafortunada de muertes en el zoológico, a causa de comer objetos en sus recintos: Egon, un hipopótamo, muerto después de tragar una pelota de tenis y Charly, el último elefante marino en el zoo, muerto después de tragar un osito de felpa.
En los últimos días se ha dado un debate sin precedentes a nivel mundial sobre los zoológicos. El caso del bebé jirafa Marius, matado en el zoo de Copenhague porque sus genes no resultaban útiles, o un caso similar en el Longleat Safari Park de Inglaterra, donde una familia de leones fueron sacrificados por un supuesto problema de espacio, o esta triste noticia sobre el oso Anton del zoo Wilhelma de Sttugart.
Todos estos casos están poniendo de manifiesto que muchos de los zoos tienen políticas de matar animales sanos cuando no cumplen propósitos de "pureza genética" y que para los zoos los animales son recursos reemplazables para generar beneficio económico.
Desde Igualdad Animal nos parece muy positiva la indignación internacional que están ocasionando estos casos, ya que ponen de manifiesto la sensibilización creciente de la sociedad sobre cuestiones de protección animal. Por otro lado condenamos enérgicamente estos sucesos e instamos a los ciudadanos y ciudadanas a no acudir a los zoológicos como protesta y como muestra de solidaridad con los animales encerrados en estos lugares.