3 imágenes que la industria del huevo no quiere que veas

Advertencia: Las siguientes imágenes pueden herir tu sensibilidad.

Muchas personas bienintencionadas consumen huevos con la idea de que, al no ser carne, no se ha dañado a ningún animal en su producción. Pues bien, esto es exactamente lo que la industria del huevo quiere hacer creer a los consumidores.

La verdad es que todos los huevos que se venden en una tienda de comestibles son, en su mayoría, producto de un inmenso sufrimiento para los animales, independientemente de lo que aparezca en su envase.

Aquí hay tres imágenes que la industria del huevo no quiere que veas:

Una granja de huevos es el último lugar que quisieras conocer

Las granjas industriales donde miles de gallinas son hacinadas en jaulas y explotadas para producir huevos son lugares oscuros, sucios y muy tristes. La verdad, no es una imagen nada publicitable.

Las gallinas son encerradas durante toda su vida en jaulas, fila sobre fila. Hasta siete gallinas pueden vivir en una jaula diminuta en la que no tienen sitio ni para extender sus alas.

Debido a las condiciones de vida antinaturales dentro de las granjas, las gallinas de la industria del huevo sufren una serie de lesiones y problemas de salud y muchas mueren dentro de las jaulas tras dolorosas agonías y sin que jamás lleguen a recibir atención veterinaria.

Las gallinas enjauladas se ven obligadas a vivir casi toda su vida en suelos de alambre que a menudo provocan la deformación de sus sensibles patas.

Las gallinas ponen huevos, y a los pollitos los matan en su primer día de vida

Los pollitos machos que nacen en la industria del huevo se consideran inútiles porque no pueden poner huevos y no son de la raza utilizada para producir carne.

Por ello, poco después de nacer son sacrificados. En Igualdad Animal llevamos años documentando la muerte de millones de pollitos en las incubadoras españolas aplastados, gaseados o triturados en su primer día de vida;

En Italia, tras dos años de intenso trabajo por parte de Igualdad Animal y con el apoyo de la diputada Francesca Galizia, la prohibición del sacrificio de pollitos macho ya es ley.

Francia y Alemania han prohibido esta práctica y utilizan en su lugar la tecnología de sexado in-ovo, que permite saber el sexo de los polluelos antes de que se desarrollen. En España, donde cada día 95.890 pollitos son gaseados o aplastados sin aturdimiento también estamos trabajando para prohibirla.

Los huevos que nadie consumirá

Debido a la cantidad anormalmente excesiva de huevos que ponen, muchas gallinas sufren frágilidad en los huesos por falta de calcio y, como se ve en la imagen, a veces las aves quedan “atadas a los huevos”, lo que significa que un huevo se ha atascado dentro del cuerpo de la gallina. Se trata de una condición extremadamente dolorosa, pero como las gallinas de la industria del huevo suelen recibir poca o ninguna atención veterinaria, morirán en la agonía.

Tú puedes marcar la diferencia

La industria del huevo se esfuerza por ocultar lo que hace, pero ahora que sabes la verdad, ¿qué vas a hacer? Puedes ayudar a las gallinas simplemente evitando los huevos y consumiendo alternativas vegetales.

En España no podemos quedarnos atrás. También puedes firmar nuestra petición para exigir al Gobierno de España que pongan fin a las jaulas en las granjas de España