Cerdos: 3 cosas que te harán verlos de otra manera
¿Sabías que el cerdo es un jabalí salvaje que los humanos domesticaron hace unos 7.000 años? De hecho, el cerdo tal y como lo conocemos no existe en la naturaleza: fue seleccionado por los humanos para convertirlo en un animal criado para el consumo humano y a menudo considerado sucio.
Uno de los animales más consumidos del mundo
Según la FAO, el cerdo es uno de los animales más consumidos del mundo. De hecho, su consumo total supone un tercio de la producción mundial de carne, mientras que el de pollo se sitúa en el 39% y el de vacuno en el 21%.
Solo en 2021 se sacrificaron en España más de 58 millones de cerdos, situándose como el mayor país productor de carne de cerdo de la Union Europea, antes de Alemania, y el tercero a nivel mundial.
A pesar de ser extremadamente sensibles e inteligentes, los cerdos de las granjas se encuentran viviendo en condiciones insalubres, donde no tienen oportunidad de practicar su comportamiento natural.
En realidad, el cerdo, con sus habilidades comunicativas y su capacidad para establecer vínculos con los humanos, es un animal muy sociable e inteligente.
Además, ¡los cerdos pueden hacer cosas increíbles! Descubre 3 cosas que no sabías sobre sus cualidades a continuación.
1. Cerdos: animales empáticos y parlanchines
Aunque las cerdas más oscuras típicas del jabalí han sido sustituidas por un color generalmente rosado debido a la despigmentación de su piel, su origen biológico es el mismo. De hecho, cerdos y jabalíes siguen perteneciendo a la misma especie, hasta el punto de que los cerdos que se han escapado de las granjas y que viven en casas mantienen el mismo comportamiento que sus antepasados.
Sociables por naturaleza, desde el punto de vista relacional, los cerdos tienden a vivir en grupos estables dentro de los cuales forman fuertes vínculos con otros cerdos. También poseen un amplio repertorio de sonidos que intercambian entre sí, y pueden comunicarse con unas 40 señales vocales diferentes. Gracias a estas señales cooperan entre sí, aprenden unos de otros e interactúan con su entorno.
Son empáticos y muestran capacidad para empatizar con las emociones de otro individuo. Al igual que animales como perros y gatos, los cerdos también muestran la capacidad de relacionarse y encariñarse con los humanos, apreciando la interacción y el contacto incluso a través del juego.
2. La inteligencia del cerdo se reconoce a nivel europeo
Los cerdos son animales excepcionalmente inteligentes con características cognitivas desarrolladas que comparten con chimpancés, elefantes, delfines e incluso humanos. Al igual que estas otras especies, el cerdo aprende rápido y tiene una excelente memoria a largo plazo.
Según un estudio de la EFSA, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, los cerdos superan a los perros en intelecto y pueden desarrollar grandes habilidades. Por ejemplo, pueden abrir y cerrar puertas, desentrañar laberintos, guiar rebaños de ovejas, armar rompecabezas y utilizar el reflejo de los espejos para reconocerse y encontrar comida escondida.
Pueden entender el lenguaje simbólico, aprender complejas combinaciones de símbolos asociados a acciones y objetos, mover un joystick para jugar videojuegos y manipular numerosos objetos.
3. Un animal «limpio», en contra de la creencia común
Entre los diversos estereotipos difundidos sobre el cerdo, la idea de que es un animal al que le encanta la suciedad queda totalmente desmentida por la ciencia.
De hecho, todo su cuerpo está cubierto de cerdas peludas que tienen una función protectora: la piel del cerdo es especialmente delicada y necesita cuidados constantes para mantenerse limpia. Esto se consigue con baños de barro, una práctica que los cerdos también utilizan para protegerse del frío, pero desde luego no para ensuciarse a propósito.
Los cerdos tampoco hacen nunca sus necesidades donde duermen, algo que intentan evitar incluso en las granjas donde disponen de muy poco espacio.
En algunos casos, como las cerdas evitan ensuciar el nido en el que dan a luz, cuando no pueden alejarse, como en el caso de las jaulas parideras, estos animales incluso dejan de defecar durante varios días.
En la naturaleza, estos animales viven en «zonas de campeo», es decir, en territorios colectivos de tamaño variable que pueden extenderse a lo largo de muchas hectáreas en función de la disponibilidad de alimentos. En las granjas, por el contrario, los cerdos no pueden organizar su espacio de esta manera y están condenados a vivir forzosamente de una forma que les causa un gran sufrimiento.
Si los cerdos pudieran elegir, sin duda no vivirían en granjas donde la mayoría de ellos se ven obligados a pasar toda su vida, entre malos tratos, estrés y miedo.
¡Actúa ahora por las cerdas y cerditos!
ALIMENTAR LA CURIOSIDAD
Los cerdos son animales muy sociables que a menudo se consideran más inteligentes que los perros. Puedes proteger a estos inteligentes animales eligiendo alternativas vegetales en tu alimentación.