¿Cómo puede el “sexado in-ovo” acabar con el sacrificio de pollitos?
En todo el mundo son sacrificados hasta 8.000 millones de pollitos macho nacidos en la industria del huevo cada año. Son gaseados, triturados o aplastados el mismo día que salen del cascarón. Esta cruel práctica lleva en marcha décadas y se realiza porque a la industria los machos no le resultan rentables; no ponen huevos, ni sirven para producir carne, ya que pertenecen a razas de lento crecimiento.
Si bien este sacrificio siempre ha sido considerado inaceptable por los expertos en bienestar animal y profundamente rechazado por la sociedad, es ahora cuando los gobiernos están comenzando a prohibirlo. De nuestro entorno ya lo han hecho Alemania, Francia y recientemente Italia.
La tecnología que evita el sacrificio de pollitos es una realidad
Así, las nuevas leyes, el creciente conocimiento y la desaprobación por parte de la opinión pública han servido para intensificar la búsqueda de alternativas tecnológicas al sacrificio de pollitos macho durante los últimos años. Alternativas que hoy son ya una realidad.
Esta tecnología ha sido bautizada como sexado in-ovo, por ser capaz de determinar el sexo del futuro pollito cuando el embrión se está desarrollando en el interior del huevo. De esta forma, los huevos que darían lugar a los machos son retirados de la incubación para que su desarrollo no continúe.
Para ello existen diferentes tipos de tecnología que ya está siendo utilizada:
- Endocrinológica: se extrae una pequeña cantidad de líquido de cada huevo para determinar el sexo. La mayor empresa que lo utiliza es Seleggt, que fue una de las pioneras en esta tecnología y que actualmente ya se utiliza en Alemania.
- Espectroscópica: se utiliza una luz especial que cambia su reflejo en función del sexo del huevo. Hay muchas empresas que utilizan este tipo de tecnología, aunque cada método es ligeramente diferente.
La evolución de la tecnología de sexado in-ovo está experimentando enormes avances en los últimos años y existen otras opciones en desarrollo que pretenden lograr cambiar el sexo de los embriones. Varias empresas están tratando de lograrlo a partir de ondas sonoras y vibraciones no invasivas durante la incubación que transformaría los embriones machos en hembras. La principal empresa que lo hace es Soos. Su software controla las células de incubación personalizadas que afectan al proceso de desarrollo del sexo en los embriones.
El sacrificio de pollitos macho es una de las prácticas más crueles de la industria ganadera y gracias a los avances tecnológicos, es ahora una práctica innecesaria y obsoleta. Durante los últimos años desde Igualdad Animal hemos desarrollado una intensa campaña a nivel mundial reclamando su prohibición.
Por su parte, Alemania, Francia e Italia ya han prohibido el sacrificio de pollitos. Mientras España continúa sin legislar al respecto y sin ofrecer ayudas a las empresas para que adquieran la tecnología.
Cada día en nuestro país 95.890 pollitos son sacrificados nada más nacer. ¡Firma para que el Gobierno de España prohíba esta práctica!
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