Manifestaciones a favor y en contra de la vivisección en Oxford
Así empezaba la noticia en los medios: “Desafiando las amenazas proferidas durante las últimas semanas por los defensores de los animales, medio millar de estudiantes, profesores y otros expresaron públicamente su apoyo al nuevo laboratorio”. Nuevamente, los experimentos con animales no humanos suscitan controversia. En Oxford hubo esta vez dos manifestaciones, una pro- vivisección y otra anti-vivisección. El motivo, la construcción de un nuevo centro científico donde se utilizará a animales no humanos para estudiar algunas de las enfermedades del animal humano. Laurie Pycroft, un estudiante de dieciséis años fundó el movimiento denominado “Pro-Test”, harto según dijo de que sólo los anti-vivisección levantasen su voz. Desde su grupo se afirma que los experimentos con animales son esenciales en muchos experimentos destinados a encontrar curación para las enfermedades que sufren los humanos. Esta afirmación sólo puede entenderse desde un desprecio absoluto por los intereses de los demás animales. Imaginemos que nos planteasen los mismo pero en vez de hablar de otros animales, nos hablasen de otras/os humanas/os, probablemente entonces no aceptaríamos que Laurie Pycroft afirmase que dichos experimentos son fundamentales. Nuestra moral actual es discriminatoria, la pertenencia a una u otra especie se erige en un absurdo criterio para respetar o no a un individuo. Así, mientras podamos aprender cosas sobre unos pocos (los pertenecientes a la casta privilegiada), las vidas y el sufrimiento de todos los demás se desprecian en base a ello. Una ciencia justa y no especista seguirá avanzando desde el respeto a todos los individuos sintientes. Mientras tanto, será necesario seguir manifestándose y reclamando justicia para aquellos que no pueden defenderse por si mismos.