Activistas de Igualdad Animal se encadenan a las puertas del Circo Americano
A las once horas del pasado Domingo 8 de Febrero, varios activistas de Igualdad Animal nos encadenamos al suelo a las puertas de uno de los circos más importantes que hay en estos momentos en España. La protesta, que duró hasta las 19.30 del mismo día fué completamente pacífica y varios medios de comunicación se hicieron eco de la misma.
El día anterior realizamos varias perforaciones en el suelo de la entrada del Circo Americano con un taladro eléctrico para luego solo tener que introducir en el agujero el clavo que sujetaba las cadenas de cada dos activistas y una potente sustancia química que endurecería como la piedra al cabo de unos minutos.
Llegamos a la entrada del circo sobre las once de la mañana. Mientras varios activistas vigilaban que no se acercase ningún trabajador a impedirnos realizar la acción, aquellos que se iban a encadenar se fueron poniendo las cadenas con candados en los tobillos. Al mismo tiempo otros dos activistas iban anclando las cadenas al suelo con los clavos y el producto químico. Poco después la acción ya estaba lista. Se desplegó una pancarta con el lema: “Por unos minutos de diversión, toda una vida de sufrimiento”. Los seis activistas encadenados al suelo por el tobillo representaban a los miles de animales que pasan toda su vida esclavizados en circos de todo el mundo. Durante la protesta mostramos carteles con imágenes de los animales que malviven en el Circo Americano, que tomamos nosotros mismos infiltrándonos en sus instalaciones.
Una parte muy importante de la acción fue informar a las familias que esperaban para comprar sus entradas. Les mostramos las imágenes de elefantes encadenados, leones enjaulados y con las garras arrancadas, cebras con malformaciones o dromedarios con cicatrices de latigazos. Les explicamos que comprando una entrada estaban contribuyendo a perpetuar este negocio que provoca tanto sufrimiento y muerte. Gracias a ello conseguimos que muchas familias abandonasen las filas e incluso que algunas no entrasen al circo habiendo comprado ya la entrada. Era evidente que estábamos causando un daño económico al circo, pues una de sus máximas responsables estuvo en la fila intentando ocultar la realidad que estábamos mostrando.
Pasadas las 19:30, tras ocho horas y media de protesta en las que hubo tres “funciones”, decidimos poner fin a la acción.