Desde hace 4 años prueban autovacuna en animales
Caracas. Como todo protocolo a seguir en el desarrollo de una vacuna, la inmunoterapia contra el cáncer, desarrollada por el doctor Jacinto Convit, empezó “por donde se debe”: experimentando con animales. En el laboratorio de Bioquímica-producción de vacunas, del Instituto de Biomedicina (al lado del Hospital Vargas de Caracas), Ángela Ávila y María Argelia Polegre, asistentes del doctor Convit, explicaron que en el año 2006 empezaron a hacer las pruebas en ratones, hámsters y cobayos (conejillos de Indias). Los cobayos fueron los que dieron respuesta a la BCG, y por ello siguieron aplicando los estudios en esta especie, “respetando siempre sus derechos como animales”, aclaró Polegre. Sin dar muchos detalles, por tratarse de información científica confidencial, ambas indicaron que se siguió el protocolo diseñado por Convit y los experimentos (muchísimos, aclaran) contaron con el aval del comité de “ética” del Instituto. Teniendo en cuenta que los animales reciben el carácter de “propiedades”, es irónico leer que se está experimentando con sus vidas “respetando siempre sus derechos como animales”. Está claro que el comité de “ética”, al que hace referencia, no tienen en cuenta un derecho fundamental que todo animal debería poseer independientemente de la especie a la que pertenezca, que es el derecho a la vida. Si prestamos atención a la jaula que se vé en esta imágen podemos ver que, además, el derecho a la libertad es obviado igualmente.