Científicos reclaman “derechos humanos” para los cetáceos
Según proponen prestigiosos científicos reunidos en la conferencia anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), celebrada hace unos días en Vancouver (Canadá), no sólo los simios, sino también los delfines y ballenas habrían de ser tratados como «personas» no humanas, reconociéndose de este modo su derecho a la vida y a la libertad.
Basándose en la inteligencia de los cetáceos, expertos en conservación y comportamiento animal consideran que éstos deberían recibir las mismas consideraciones éticas que los seres humanos, lo que implica poner fin a su caza, cautiverio o abusos.
Esta nueva consideración hacia los cetáceos es, indiscutiblemente, muy positiva para su futuro. Sin embargo, en Igualdad Animal no creemos que sea la inteligencia o la posesión de ciertas capacidades cognitivas lo que debería determinar el respeto que un ser vivo merece. De hecho, la inteligencia no deja de ser una cualidad tan arbitraria y aleatoria como lo es el color de la piel, la forma de los ojos o la estatura. La capacidad para sentir, para experimentar emociones, para percibir sensaciones positivas y negativas habría de ser el criterio mínimo común a la hora de considerar a alguien merecedor de respeto y protección. Esta capacidad está presente en la práctica totalidad de los animales, independientemente de su intelecto.
Si una inteligencia superior, unas capacidades intelectuales sobresalientes, no sirven de excusa para que unos humanos exploten o decidan sobre la vida y la muerte de otros… ¿por qué habríamos de aplicar este criterio cuando los implicados pertenecen a otras especies?