Dos nuevos esclavos nacen en el zoo de Sevilla
Según han declarado fuentes del zoológico, con estos dos jóvenes nacidos el 6 de marzo ya son cuatro las crías de tigre blanco nacidas en el parque. Uno de los pequeños apenas muestra rayas negras: es una variedad mucho más infrecuente llamada tigre blancanieves.
Debido a su extraña coloración estos animales nunca podrían vivir en el medio natural que les corresponde, ya que serían presa fácil de sus predadores durante la infancia. Éste es uno de los argumentos alegados por los zoológicos para mantener recluidos a los animales, tanto de ésta como de otras especies, en su interior: su deseo de protección y cuidado ante la adversidad de una naturaleza cruel y despiadada.
Pero en realidad, el tigre blanco es sólo una variedad del tigre común (Panthera tigris) donde una mutación genética elimina el pigmento naranja de su pelo, sin afectar al negro. Su “exotismo” convierte a estos animales en un habitual reclamo por parte de zoológicos y circos, que ven en su cría y exhibición una excelente forma de hacer negocio.
Para que nazca uno de estos tigres han de cruzarse dos progenitores que posean el gen recesivo; y es esto lo que vienen haciendo desde hace años en el zoo de Sevilla. En conversación telefónica, un orgulloso portavoz del parque nos ha explicado que la madre ya ha tenido cinco partos y que, de las numerosas crías, sólo cuatro han nacido con el gen blanco.
¿Cuántas crías naranja han nacido en esos partos sólo para buscar las cuatro blancas? ¿Dónde están ahora? ¿Se estará evitando la endogamia de forma adecuada para prevenir posibles malformaciones? ¿Quién cuida de la salud física y mental de esa tigresa dedicada a la cría intensiva?
Visita: www.VidasEnjauladas.org
Investigación de Igualdad Animal en el Zoo de Sevilla
La actividad reproductora del tigre blanco en el zoo de Guillena no es única. Alrededor del mundo hay varios cientos de individuos de estas características en zoológicos y circos. Por su color, por su mayor tamaño, son los favoritos de magos y espectáculos.
Los tigres blancos aparecen en la naturaleza en uno de cada 10.000 nacimientos, por lo que resulta verdaderamente difícil observarlos fuera de un contexto de reclusión y explotación. Empezaron a exhibirse ya en 1820. En 1951 se capturaron unos ejemplares en Rewa, al sur de la India, de los que se supone descienden todos los tigres blancos que viven actualmente en cautividad.
Cada vez quedan menos tigres en libertad en la India: hoy en día se estima que menos de 2.500 individuos, compitiendo en su hábitat con el ser humano y siendo menos de la mitad de ellos adultos.
La supuesta función educativa de los zoos debe ser puesta en entredicho si queremos avanzar a construir una sociedad justa y equitativa. El comportamiento que muestran los animales en los zoos es el propio de cualquier animal en cautiverio y por lo tanto los zoos no acercan a los niños a los animales muy al contrario distorsionan su visión de estos. Si queremos infundirles valores como el respeto hacia los demás deberíamos empezar por no llevarles a sitios donde los animales son esclavizados y enjaulados de por vida como en el caso de los zoos.
Si te importan los animales no vayas al zoo. Educa a tus hijos en el respeto.
En los zoos los animales sufren, se deprimen, enloquecen, se hieren entre ellos, padecen enfermedades, pasan hambre, pasan frío y calor extremo, en definitiva no pueden vivir como desearían. En los zoos los animales son ridiculizados en penosos espectáculos, sometidos al estrés del griterío de los niños que no comprenden, de las continuas fotos y flashes, y de los centenares o incluso miles de personas que pasan cada día por delante de sus jaulas a observar su comportamiento en cautiverio.
Si te importan los animales no vayas al zoo. Educa a tus hijos en el verdadero respeto por los animales.