El cautiverio también aumenta la agresividad en los peces
Ronald Oldfield, un investigador de la Universidad Case Western Reserve en Ohio, es el autor del primer estudio publicado sobre el impacto del entorno en el comportamiento de los peces en tanques o peceras ornamentales.
Oldfield constató que en las típicas peceras pequeñas, comunes en muchos hogares, los peces muestran comportamientos agresivos, persiguiéndose, mordiéndose y atacándose unos a otros. Estos comportamientos pueden causar lesiones y en algunos casos la muerte.
Sin embargo, en espacios más amplios, con recovecos, los peces dedican su energía a explorar en lugar de enfrentarse a sus compañeros.
«Los altos niveles de agresión mostrados por los peces dominantes en cautiverio representan una amenaza para otros animales. En este estudio la agresión resultó en lesiones corporales y en acciones como encogerse de miedo, frecuentemente interpretadas como indicativas de estrés, que a su vez puede reducir los niveles de alimentación», dice el estudio.
Oldfield cita incluso un estudio anterior, de acuerdo al cual las truchas que crecen en ambientes con piedras tienen el cerebelo más desarrollado que los peces que crecen en tanques sin ningún estímulo u objeto.
El investigador comparó el comportamiento de individuos de la especie conocida como pez cíclido “Rey Midas”, Amphilophus citrinellus, proveniente de América Central y comúnmente utilizados en acuarios, en una variedad de ambientes: en un lago en su tierra natal en Nicaragua, en un pequeño arroyo artificial en un zoológico y en peceras de diferentes tamaños.
Sólo en territorio estadounidense, se estima que hay más de 180 millones de peces confinados en ese tipo de entornos artificiales.
(*) En Igualdad Animal nos oponemos a la experimentación con animales independientemente del resultado de los estudios realizados.
LOS MÁS OLVIDADOS
Lo confirman la ciencia: los peces tienen una rica vida emocional y la capacidad de sentir. Protege a estos seres sensibles eligiendo alternativas vegetales a los alimentos de origen animal.
El daño que el cautiverio causa a los peces se extiende más allá de tener un acuario en casa. Innumerables peces mueren antes de llegar a la tienda de "mascotas", durante el transporte desde la misma piscifatoría (donde el 80% de los peces “ornamentales” son ahora criados) o desde su entorno natural. Solamente el proceso de captura ya hiere y mata a millones de peces, los cuales son aturdidos con anestesia, dinamita, o cianuro antes de ser capturados de forma manual o con red. Existen multitud de formas de conocer cómo son los peces que no impliquen su encierro y su comercio: actividades subacuáticas, documentales de investigación, aplicaciones interactivas, entre otras.