Las llamas continúan arrasando Valencia
El fuego, que comenzó el pasado jueves, sigue propagándose por ocho municipios de la comunidad valenciana y habría arrasado ya un total de 40.000 hectáreas. El número de animales afectados por el incendio es incalculable: mamíferos grandes y pequeños, aves, roedores e insectos no tienen más remedio que huir de las zonas afectadas para salvar sus vidas.
Algunas de los animales que luchan en estos momentos por escapar de las llamas fueron abandonados por sus “dueños”, encerrados en viviendas o instalaciones ganaderas, sin posibilidad de huida. Así, numerosos vecinos desalojados de sus casas han dejado en ellas a perros, gatos, caballos, gallinas y patos, sentenciándolos de ese modo a una muerte segura. Las autoridades no permiten su rescate y niegan el acceso a las viviendas cercanas al incendio.
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«Mis amigos tienen animales, caballos, y no les dejan ir a por ellos», se quejaba uno de los vecinos.
«Esto es una vergüenza, solo han dado cinco minutos y se han quedado allí muchos animales y cosas valiosas».
«Me he dejado mis animales. Lógicamente, pues allí se habrán quedado achicharrados», declara otra vecina.
A pesar de todo, algunos voluntarios han podido rescatar y atender a algunos de estos animales, que necesitarán ahora casas de acogidas hasta que la situación esté fuera de peligro.
De los dos focos iniciales, el de Dos Aguas-Cortes de Pallás, según las autoridades, fue originado por un error en la instalación de una placa fotovoltaica. La causa del fuego de Andilla podría responder a una quema ilegal de rastrojos, aunque aún no hay nada confirmado.
La extinción del fuego se está complicando debido a las condiciones meteorológicas, y existe la posibilidad de que siga extendiéndose hasta el parque natural de Sierra Calderona, donde viven otros muchos animales.
No podemos olvidar que las consecuencias de un incendio fuera del medio urbano van siempre más allá de un desastre ecológico o medioambiental: supone que muchos individuos pierdan sus hogares o acaben asfixiados y quemados por el humo y las llamas. Por otro lado, sucesos como este ponen de manifiesto el poco interés que tienen las vidas de los demás animales para los seres humanos. Concebidos como “cosas”, no más valiosas que otras de sus posesiones, son en muchos casos dejados atrás como se dejan los muebles o la televisión en caso de incendio. Por suerte, hay quienes traspasaron esa barrera imaginaria que separa a humanos de no humanos y decidieron actuar para rescatarlos. Sin duda, este tipo de gestos devuelven la esperanza por un mundo más justo para todos los animales. Por favor, si vives por la zona, considera la posibilidad de contactar con los servicios de extinción de incendios y/o de acoger a alguno de los animales rescatados.