Los consumidores tenemos el poder de ayudar a los animales y al planeta
El acto de echar un producto a nuestra cesta de la compra en el supermercado tiene el poder de cambiar el mundo o de hacer que todo siga igual, de crear o destruir, de ayudar o condenar. ¿Qué eliges?
El acto de echar un producto a nuestra cesta de la compra en el supermercado tiene el poder de cambiar el mundo o de hacer que todo siga igual, de crear o destruir, de ayudar o condenar. ¿Qué eliges?
Dejar de comprar un producto que enriquece a la ganadería industrial y elegir una alternativa sostenible, ecológica y sin maltrato animal es un acto poderoso. Como consumidores, tal vez no seamos conscientes de todo lo que podemos hacer para cambiar a las industrias que producen nuestros alimentos. Pero nosotros somos la demanda y quienes decidimos qué productos no queremos ver en los supermercados.
Solo se trata de alinear nuestras decisiones como consumidores con lo que ya nos hace sentir el maltrato animal y la destrucción del planeta por el calentamiento global y otros desastres medioambientales.
El respeto hacia el planeta y los animales cruelmente criados y matados por la ganadería industrial son valores que traspasar a las siguientes generaciones. Además, estamos viviendo un buen momento para elegir productos alternativos a la carne. Desde hace mucho ya nos rodean las verduras, cereales, legumbres y frutas; pero ahora además cada vez más productos con base vegetal están a nuestro alcance: leches vegetales, deliciosos sustitutos de la carne, tofu, tempeh… Y la lista sigue aumentando cada día.
Todas estas alternativas tienen un efecto poderoso: generan nuevas empresas más sostenibles, ecológicas y respetuosas con los animales. Cuando estas empresas tienen éxito, las nocivas industrias responsables del cruel maltrato de los animales de granja y el calentamiento global lanzan nuevas líneas de productos que tratan de imitar el modelo exitoso.
Este es nuestro poder como consumidores. Todo esto sucede cuando sencillamente elegimos echar a nuestra cesta de la compra unos productos en vez de otros. Desde nuestra vida cotidiana podemos lanzar un poderoso mensaje a la industria alimenticia: nos importa el planeta, nos importan los animales maltratados para producir alimentos y nos importa el futuro.
Formamos parte de las generaciones que decidirán ese futuro. Podemos tomar decisiones compasivas ahora, ya, cada día, en el supermercado. Que nadie subestime nuestro poder, porque somos nosotros los que podemos moldear a la industria alimentaria y no al revés.
¿Qué decidiremos?
Por favor, considera ayudar al planeta y a los animales de granja consumiendo alternativas a la carne. Si te apetece intentarlo tienes toda la información que necesitas para conseguirlo, con recetas, productos y consejos, en las maravillosas websites Gastronomía Vegana y Danza de Fogones.