17 de mayo del 2016
Una buena idea es comenzar con pequeños cambios de hábitos. Intenta incluir un pequeño y nuevo cambio dentro de tu rutina cada semana. Por ejemplo, podrías comenzar con reducir o reemplazar la carne de pollo durante la primera semana con una alternativa sabrosa: seitán, tofu, tempeh o las clásicas y deliciosas legumbres, repletas de proteínas.