8 verdades sobre los pollos broiler

¿Conoces la creencia popular de que los pollos y las gallinas son animales poco inteligentes? Quizá no lo sepas pero numerosos estudios científicos realizados en los últimos 15 años han desmentido por completo esto.

Lamentablemente, la capacidad de sentir y ser conscientes de su entorno que tienen los pollos es ignorada por quienes los explotan por su carne: en las granjas intensivas, son privados de toda oportunidad de expresar sus necesidades naturales y son condenados a vivir 45 días – con solo 7 semana de vida son enviados al matadero – de puro sufrimiento.

La industria de la carne trata como objetos a estos increíbles animales, los explota hasta que sus cuerpos colapsan siendo todavía crías. Todo esto ocurre lejos de la vista de todos para que lo único que podamos ver de ellos es su cuerpo en la bandeja del supermercado. Ya sabes, ojos que no ven…

Conoce a continuación 8 verdades sobre los pollos que la industria jamás te dirá:

1.Los pollos son seres inteligentes

Las habilidades cognitivas de los pollos rivalizan con las de los gatos, los perros y, en algunos casos, con los primates. Sólo hay que pensar que los pollitos recién salidos del cascarón ya pueden caminar, buscar comida, comunicarse e incluso son capaces de contar. 

También tienen mucho autocontrol, una capacidad que los humanos sólo desarrollan después de unos años de vida. Los pollos también memorizan acontecimientos pasados y los utilizan para tomar decisiones críticas. En una palabra: ¡se recuerdan!

2.La industria convierte sus cuerpos en una prisión

La creciente demanda de carne de pollo y la consiguiente necesidad de elevar al máximo el ritmo de producción ha llevado a una selección genética intensiva, de modo que, actualmente, los pollos broiler alcanzan un peso de hasta 3 kg en sólo 7 semanas. 

Estos pollos desarrollan deformidades dolorosas y enfermedades graves: lo que crece rápidamente es el músculo, pero sus piernas, el corazón y los pulmones no pueden seguir el ritmo del rápido crecimiento del cuerpo y acaban colapsando bajo la tensión de soportar el peso excesivo. ¿Te imaginas un bebé en el cuerpo de un culturista?

3.Los pollos se comunican entre sí de forma compleja 

A través de la postura y la vocalización, los pollos emiten más de 30 sonidos diferentes que transmiten información específica. Además, los machos siempre se aseguran de que las hembras hayan comido y les avisan cuando encuentran comida especialmente sabrosa.

Conoce la historia de Gloria, ella fue rescatada por investigadores de Igualdad Animal de un contenedor donde había sido arrojada junto a cientos de pollos. Increíblemente sobrevivió.

4. Para la industria cárnica, los pollos son objetos

Los que no alcanzan el peso ideal para el sacrificio son matados delante de sus compañeros de forma brutal. Nadie se preocupa por los pollos más débiles o enfermos, a los que se deja morir agonizando porque se les considera desperdicios de la producción.

5. Reconocen el dolor de otros como propio

Los pollos son animales empáticos, es decir que pueden aprender por observación, identificarse con sus semejantes, entender, compartir sus emociones y conmoverse ante ellas. De acuerdo con un estudio realizado por Lori Marino, investigadora de Neurociencia y Comportamiento Biológico en la Universidad de Emory, este es el principio psicológico de de empatía.

Los pollos pueden percibir el estado emocional de los individuos que les rodean y se ven profundamente influenciados por él, de hecho observan el comportamiento de sus compañeros y los imitan para obtener recompensas o evitar situaciones negativas.

6. La industria de la carne los priva de poder desarrollar sus comportamientos naturales

Como todos los animales, los pollos necesitan expresar diversos comportamientos naturales, como picotear el suelo, buscar comida, bañarse en la arena y posarse por la noche.

En los cobertizos en los que se crían, esto es imposible para ellos. Cada pollo cuenta con un espacio vital mínimo poco mayor que una hoja de papel A4. Hasta 20 pollos por metro cuadrado viven en una sola nave y nunca ven la luz del día. 

Además, estos lugares no suelen tener ningún tipo de enriquecimiento para los animales, como perchas, arena o virutas de madera en las que puedan darse los baños de arena que tanto les gustan. Como resultado, al no poder expresar sus comportamientos más básicos, acumulan estrés y acaban picoteando sus propias plumas y haciéndose daño.

7. Tienen excelente memoria

Los pollos son animales muy sociables, capaces de recordar las caras de sus congéneres (¡hasta cien!) y disfrutar de su compañía. Organizan actividades en grupo para buscar comida o defenderse de los depredadores. También pueden aprender a jugar y recuerdan cómo hacerlo, al igual que cuáles son sus comidas especiales y nunca las olvidan.

8. Los obligan a vivir en condiciones terribles

Numerosos estudios han relacionado los problemas de movilidad de los pollos broiler con alta densidad de población: la falta de espacio y la acumulación de orina y heces en el suelo donde viven afectan claramente a la salud de los pollos. 

Las enfermedades de la piel, las ampollas y los forúnculos son causados por las quemaduras de amoníaco debidas al contacto prolongado con la cama empapada de estiércol, así como por la dieta y los factores climáticos dentro de los cobertizos. Estas quemaduras a menudo se convierten en dolorosas úlceras que los hacen sufrir mucho.

Como has visto, la vida de un pollo broiler es un infierno. Durante los 45 días en que son criados su vida es una tortura continua, salpicada de acontecimientos traumáticos, desde el momento en que salen de la incubadora, frágiles y delicados, hasta que son brutalmente sacrificados.

Piensa que en el mundo se matan más de 60.000 millones de pollos al año para el consumo de carne: ¡10 veces la población humana!

Se trata de una cifra aterradora que debería hacernos reflexionar sobre la magnitud de esta injusticia, y que es la mayor hacia los animales en términos de número de animales terrestres afectados.

El departamento de Incidencia Corporativa de Igualdad Animal lleva años trabajando para cambiar la vida de los pollos broiler, colaborando con las empresas alimentarias para que adopten políticas que reduzcan el sufrimiento de estos animales. 

Tú también puedes ayudar a los pollos al sustituir la carne en tu alimentación por alternativas vegetales, recuerda que al ser los pollos los animales terrestres más matados tu impacto al ayudar a los animales es mayor. 

STOP GRANJAS INDUSTRIALES

Las granjas industriales son un infierno para los animales y están destruyendo el planeta.