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¿Por qué es cruel la industria láctea? 7 prácticas legales escandalosas


Conoce algunos de los abusos que nuestras investigaciones en varios países han dejado al descubierto.

La mayoría de la gente está familiarizada con los típicos anuncios de leche: un rebaño de vacas en un campo verde, pastando y paseando libremente con sus crías. 

Esta es la historia que nos han contado a todos. Pero algunas historias son sólo eso: historias. 

¿Has visto alguna vez el interior de una granja lechera industrial? 

Igualdad Animal ha investigado más de 140 granjas lecheras en todo el mundo -tres de ellas en el Reino Unido- y ha sacado a la luz los secretos más oscuros del sector. 

En el Reino Unido se utilizan alrededor de 2,6 millones de vacas por su leche y en España 800 mil vacas son explotadas cada año con el mismo fin, un número cada vez mayor de ellas no ha pisado nunca la hierba y no verá nunca un pasto. 

Las vacas son animales extremadamente maternales y sociales que pueden vivir naturalmente hasta 20 años. Sin embargo, dentro de la industria láctea se ven obligadas a llevar una vida miserable, son sacrificadas cuando tienen unos tres o cuatro años y las venden para obtener carne o productos de cuero baratos. 

Debido a la publicidad engañosa que utiliza la industria, poca gente sabe realmente lo que les ocurre a las vacas. Estos son algunos de los abusos a los que se les somete a lo largo de su vida, prácticas habituales y que, lo más inquietante, perfectamente legales en España y en el Reino Unido.

Práctica láctea cruel 1: Las vacas sólo producen leche para sus terneros

Al igual que los humanos, las vacas sólo producen leche para sus terneros. Por esta razón, una vez que una vaca tiene unos 15 meses de edad, es inseminada artificialmente, por primera vez. 

El proceso de inseminación artificial es angustioso, ya que la vaca se ve obligada a entrar en un espacio cerrado donde el ganadero le introduce una pistola inseminadora en la vagina para depositar el esperma. Mientras lo hace, el ganadero introduce un brazo en el ano de la vaca para manipular manualmente sus órganos reproductores. 

Una vez que la vaca se queda embarazada, lleva al bebé en su vientre durante nueve meses antes de dar a luz. Igual que nosotros. 

Este proceso dura tres meses hasta que se la vuelve a preñar para mantener un rendimiento anormalmente alto de la producción de leche. 

En 1975, una vaca utilizada por su leche producía unos 4.100 litros de leche al año. Hoy en día, una vaca produce el doble de esa cantidad: 8.200 litros de leche al año, lo que supone una media de 22 litros al día. 

En 2020, el Reino Unido produjo 15.300 millones de litros de leche, la cifra anual más alta desde 1990. En España, solo en ese mismo año, la cifra fue de 7.449.600 toneladas de leche.

Este ciclo cruel y abusivo se repite una media de tres o cuatro veces hasta que la vaca -agotada por los repetidos embarazos, partos y la producción antinatural de leche- es sacrificada porque enferma, o es vendida y enviada al matadero para obtener carne o productos de cuero baratos. 

Investigación de Igualdad Animal en la industria de la leche.

Práctica láctea cruel 2: Los terneros son retirados de sus madres horas después de nacer

Por lo general, pocas horas después de dar a luz, a la vaca se le quita su cría para que la leche, destinada a su ternero, pueda ser embotellada y vendida. 

La separación de las vacas y los terneros es extremadamente angustiosa tanto para la madre como para la cría. 

Durante múltiples investigaciones realizadas por Igualdad Animal, se ha filmado a vacas madre y a sus terneros recién nacidos llamándose desesperadamente durante horas o buscándose en vano. Estas escenas sólo pueden describirse como desgarradoras y en España el tiempo máximo que llegan a pasar la vacas madre junto a sus crias es de 24 horas.

Tras ser arrancadas de sus madres, las crías suelen pasar las primeras ocho semanas de su vida confinadas solas en cobertizos estériles donde se las alimenta a la fuerza con un sustituto de la leche. A continuación, son trasladadas a alojamientos colectivos con otras hembras jóvenes que esperan ocupar el lugar de sus madres y son condenadas a una vida de miseria. 

Investigación de Igualdad Animal en la industria de la leche.

Práctica láctea cruel 3: Los terneros machos nacidos en la industria láctea son enviados al matadero

Los terneros machos no pueden producir leche y, por tanto, se consideran inútiles para la industria. 

Según un informe de 2020, cada año en el Reino Unido se estima que 60 mil terneros machos -aproximadamente el 15% de todos los terneros machos nacidos en la industria láctea- son sacrificados. En España la cifra asciende hasta 85 mil terneros que son enviados al matadero.

Este trágico destino ha sido definido por muchos como el “sucio secreto del sector lácteo” y criticado durante mucho tiempo por las organizaciones de protección de los animales, así como por el público en general. 

Abi Reader, miembro de la junta directiva de la National Farmer’s Union (NFU) de Gales, ha reconocido explícitamente el dilema moral inherente a la industria láctea que supone la separación de vacas y terneros.

«Este es el mayor problema en el que se centran las explotaciones lácteas a nivel mundial», ha dicho, en relación con el hecho de que en la mayoría de las lecherías separan a los terneros de sus madres en sus primeras 24-48 horas de vida. «Como industria, reconocemos que es algo difícil de asimilar para los consumidores».

Aunque la mayoría de los minoristas y productores lácteos hayan rechazado el sacrificio en la granja, el destino de estos inocentes animales no ha cambiado, ya que se les sigue matando enviándolos al matadero.

Práctica cruel láctea 4: Las vacas de la industria láctea se matan para obtener carne barata

Las vacas de la industria láctea son criadas específicamente para producir cantidades de leche mucho mayores de las que jamás producirían de forma natural. Esta producción antinatural de leche, combinada con los repetidos embarazos forzados, hace mella en sus cuerpos. A los pocos años de edad, se las considera “improductivas” porque están agotadas, su producción de leche ha disminuido y ya no son rentables para la industria. 

En ese momento son enviadas al matadero y vendidas para obtener carne y productos de cuero baratos. 

Investigación de Igualdad Animal en la industria de la leche.

La mayoría de las vacas en el Reino Unido y en España son aturdidas con una pistola de perno cautivo. Una vez aturdidas, se las cuelga boca abajo por una pata, se las sube a una cinta transportadora y se las traslada a la “zona de desangrado”. Allí se les corta la garganta y se les deja desangrarse. El aturdimiento puede ser ineficaz y algunas vacas son degolladas mientras están conscientes.

Práctica láctea cruel 5: Cientos de miles de vacas embarazadas son matadas cada año

Los terneros machos no son los únicos bebés que mata la industria láctea, ya que algunos terneros son sacrificados cuando aún están en el vientre de su madre. 

Terneros no nacidos en el piso de un matadero. Investigación de Igualdad Animal.

El sacrificio de vacas preñadas es algo tan chocante que a la mayoría de la gente le cuesta creer que esté permitido por la legislación. Se calcula que cada año se matan en el Reino Unido unas 150.000 vacas mientras gestan a sus bebés. 

Por increíble que parezca, muchas de ellas se encuentran en la última fase de su embarazo, lo que significa que sus terneros pueden continuar con vida y sufrir durante minutos después del sacrificio. Según datos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), en España se mata cada año a más de 24 mil vacas que se encuentran en avanzado estado de gestación .

Aproximadamente el 90% de las vacas preñadas que se sacrifican cada año son vacas criadas por su leche. 

Igualdad Animal Brasil documentó esta práctica despreciable. Ve la investigación a continuación. 

Aunque estas imágenes se grabaron en otro país, el dolor y el terror de estos animales lo sufren las vacas de todo el mundo, incluso aquí mismo en España.

Práctica láctea cruel 6: Las vacas de la industria láctea no pastan en verdes prados

En el mejor de los casos en el Reino Unido, las vacas pueden pastar durante unos seis meses al año, dependiendo de las condiciones meteorológicas. 

El resto del año, la mayoría de las vacas están confinadas en pequeños cobertizos sin acceso al exterior. Aquí, estos animales sociales e inteligentes no pueden satisfacer sus necesidades ni expresar sus comportamientos naturales, lo que les provoca una gran angustia. 

Algunas de ellas ni siquiera pasan seis meses en el exterior. Como la industria busca constantemente formas de aumentar los beneficios, en el Reino Unido se ha introducido un nuevo sistema, denominado “zero-graze”, que se utiliza cada vez con más frecuencia. 

En un sistema de pastoreo cero, la vaca no puede pastar ni estar al aire libre en la hierba. En su lugar, se le alimenta con ensilado (hierba húmeda y fermentada) y una mezcla de cereales, soja, harina de girasol y maíz con un alto contenido de concentrados. 

En la actualidad, se calcula que el 16% de las explotaciones lecheras del Reino Unido han adoptado el sistema de pastoreo cero y, lamentablemente, se espera que esta cifra aumente. 

Algunas vacas son mantenidas en establos, donde, debido al espacio extremadamente limitado, son atadas con una cadena, barras de metal o cuerdas atadas alrededor del cuello. Una vaca puede estar encadenada hasta 24 horas al día sin poder moverse ni siquiera darse la vuelta. 

Investigación de Igualdad Animal en la industria de la leche.

Práctica láctea cruel 7: La mastitis y la cojera son problemas de salud comunes que desarrollan las vacas

Los sucesivos y constantes embarazos y producir cantidades no naturales de leche es muy exigente para el cuerpo de la vaca. La inanición metabólica se produce cuando una vaca no puede consumir suficiente alimento para mantener lo que se le exige físicamente, por lo que debe recurrir a las reservas de su cuerpo. El resultado es que los huesos y la columna vertebral sobresalen de la piel, un claro signo de desnutrición. 

Mastitis 

Otra enfermedad común derivada del ordeño continuado durante varios años es la mastitis, una infección de la ubre que provoca la secreción de pus. Hasta el 50% de las vacas lecheras sufren mastitis. 

La mastitis puede tratarse con antibióticos, pero esto haría que la leche se considerara no apta para el consumo humano, lo que supondría una pérdida de beneficios para la industria. Por esta razón, si la enfermedad no ha sido diagnosticada o no supone una amenaza inminente para la vida de la vaca, las vacas de algunas explotaciones se siguen ordeñando de todos modos. 

Cojera 

Debido a las condiciones antinaturales y estériles en las que se mantiene a las vacas, a menudo se quedan cojas con el tiempo. El hecho de obligarlas a permanecer de pie durante largos periodos de tiempo sobre suelos duros, el recorte inadecuado o descuidado de sus pezuñas, la desnutrición, las infecciones y la mala calidad general de las instalaciones son las principales razones por las que muchas vacas carecen de fuerza y se debilitan. 

La cojera afecta a una media del 25% de las vacas lecheras tanto en el Reino Unido como en España y está demostrado que provoca una incomodidad y un dolor extremos.

La industria láctea: Nuestra última investigación en una granja lechera del Reino Unido

Lo que nuestras cámaras filmaron es sólo un ejemplo de un sistema en el que los animales son vistos como objetos y son constantemente explotados para obtener beneficios. 

No obstante la existencia de algunas leyes para proteger a los animales en granjas, en los últimos seis años, Igualdad Animal ha investigado cuatro granjas lecheras del Reino Unido y ha descubierto que estas leyes se incumplen sistemáticamente. A pesar de la abundancia de pruebas, se está haciendo poco al respecto. 

Por esta razón, estamos pidiendo al Gobierno que introduzca cambios críticos en el marco legal existente y que ponga en marcha un sistema de licencias para las granjas.  


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